
Cuando vuelvo al hostel encuentro un cartel que dice Estación de Trenes - Bus 63. Muy bien, puedo ir en bus. No tengo ninguna Lonely Planet conmigo, viajo a ciegas desde marzo. Así que no cuento con un mapa y por más que intente conseguir uno, no hay, no es posible. En el hostel hablan inglés. Me dicen que tomo el bus 63 enfrente, me señalan el sentido que debo tomar y me gritan cuando me estoy yendo "Five minutes". Vuelvo, les pido un mapa, me dice que hay uno pegado en la pared. Lo miro un rato, no parece lejos la estación, pienso en ir caminando pero el bus me resulta más divertido! También me informan que en el hotel de al lado hay una agencia de viajes. Así que antes de tomar el bus paso por la agencia. Un chino con buen inglés me dice que puedo ir a Dali en bus por 138 Y (yuanes), que salen todo el tiempo. Le pido un mapa, sólo tiene mapas en chino... Salgo a la calle, sin mapa, cruzo, y le pregunto a una chica joven que tiene cara de hablar algo de inglés. No parece muy convencida con el 63 para la Estación de Trenes pero veo el número escrito en la parada y yo sí que estoy convencida. Viene el 63, subo y veo, al lado del chofer, un cartel que dice 1 Y en una caja con ranura, deposito el billete y agarro lo que parece un boleto. Pienso que lo peor que puede pasar es que me pierda, que tenga que tomar el bus en sentido contrario y volver al hostal con las manos vacías. Nada grave. Miro atentamente por la ventana desde el principio del viaje, espero divisar un GRAN EDIFICIO con cara de estación en algún momento pero no veo nada. Le pregunto a un chico que está al lado mío. "Train station". No sé si no me entiende o si no sabe dónde está... Parece pensar, habla en voz alta pero no me dice nada, al rato se baja. Ya pasaron más de 10 minutos. Miro a mi alrededor, no veo caras que puedan ayudarme. Decido bajarme creyendo que me pasé. Miro para todos lados. Nada. Empiezo a buscar caras chinas que hablen inglés mientras camino en sentido contrario al que llevaba el bus. Por suerte, nunca cambió de avenida en todo el recorrido que hice. Ni una señal de la estación, preguntemos al azar, "train station, train", nadie me entiende. NADIE. Algunos hasta se me ríen en la cara. Un hotel!, acá tienen que hablar inglés... NADA, NADA, NADA. Sigo caminando. Policías! Los policías tienen que saber, no me entiende una sola palabra y hasta parece pedirme que no lo incomode más, que no le hable más. Sigo mi camino de regreso. En algún momento me encuentro con algo que parece una exposición, una conferencia, acá sí tienen que saber inglés. Entro, me acerco al mostrador. Una de las chicas habla algo de inglés pero parece no entenderme. Le pido un papel, le dibujo un tren con muchos, muchos vagones. Entiende, le entiendo que la estación está lejos, para el otro lado, quiere que me tome un bus pero a esta altura ya no puedo, estoy cansada, ni siquiera sé si hablamos de lo mismo... Sale conmigo del local y me lleva a la parada de un bus. Le agradezco mucho y decido volver caminando al hostal. Poco después cruzo una vía de tren! Ah! Vías! La estación tiene que estar cerca. Recorro la zona con la precaución de no perder la calle por la que camino. Nada. Me compro una lata de coca-cola con letras chinas y sigo el camino del fracaso. No, hoy no voy a conocer la estación. Quizás mañana. Pero primero tengo que conseguir un mapa o crear uno a partir del que está colgado en la pared del hostal. Llego a casa. Esa misma noche conozco a Andrew (20) de Escocia. Me cuenta que él sí llegó a la estación, que está a media hora en bus, pero que nunca encontró las boleterías. Andrew quiere ir a Dali. Quedamos en encontrarnos la mañana siguiente para ver si juntos podemos encontrar la estación y la boletería...
Kunming, 6 de agosto de 2010.
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