Powered By Blogger

14 ago 2010

Rumbo a la Terminal de Trenes - China en chino - Segunda Parte

Viernes a la mañana temprano, llego al Camellia Youth Hostel en Kunming. Llevo apenas un día en China y diría que ni siquiera porque lo pasé sentada en una terminal de buses en la frontera con Viet Nam. Pregunto si tienen una cama en un DORM y sí tienen. Quiero la más económica, con baño afuera, pero no hay disponibilidad así que tomo una cama en una habitación con baño adentro. Por fin puedo usar la credencial de Hostelling International que compré en París en abril. Me dicen que es posible que la cama no esté lista hasta pasado el mediodía pero está bien, no me importa. Dejo la mochila en la habitación, ni siquiera miro la cama. Pido mi desayuno en el hostel mismo. El espacio común, que está al aire libre, es muy bonito. Mesas con wi-fi. Me acomodo en una de ellas y paso toda la mañana escribiendo e-mails y pensando en mi itinerario. El clima es muy agradable, está fresquito! Después de transpirar sin parar durante más de dos meses, esto es el paraíso mismo! Al mediodía pregunto por un sitio para almorzar, me dicen que en la esquina hay varios. Camino hasta allá llevando conmigo todos las notas de China que colecté desde que empecé a pensar en mi viaje. Veo algunos restaurantes, algunos más Western, otros más chinos. En el más Western veo un cartel con recomendaciones de platos en inglés y decido tomarme un respiro del chino. Me siento, me traen el menú. Vegetales fritos, arroz, papas fritas y coca-cola. Reviso mis notas mientras sigo practicando con los palillos. Todavía soy bastante mala pero de hambre no me muero. Armo mi itinerario: Kunming (donde me encuentro ahora) - Dali - Lijiang - Kunming - Guilin - Yangshou - Hong Kong - Shanghai - Chengdú - Xian - Beijing. Bastante ambicioso, por cierto. Tiene forma de Z invertida con brazos de MUCHOS, MUCHOS kilómetros. Sí, no tengo más de 2-3 días para cada sitio considerando los largos viajes que me esperan en medio de ellos. Pienso que puedo hacerlo, ¿por qué no? Ya está, qué fácil, tengo mi itinerario chino! Ahora tengo que sacar pasajes para Dali y para ir a Guilin una vez que regrese a Kunming. En China se viaja en tren. Vamos a la estación de trenes entonces.



Cuando vuelvo al hostel encuentro un cartel que dice Estación de Trenes - Bus 63. Muy bien, puedo ir en bus. No tengo ninguna Lonely Planet conmigo, viajo a ciegas desde marzo. Así que no cuento con un mapa y por más que intente conseguir uno, no hay, no es posible. En el hostel hablan inglés. Me dicen que tomo el bus 63 enfrente, me señalan el sentido que debo tomar y me gritan cuando me estoy yendo "Five minutes". Vuelvo, les pido un mapa, me dice que hay uno pegado en la pared. Lo miro un rato, no parece lejos la estación, pienso en ir caminando pero el bus me resulta más divertido! También me informan que en el hotel de al lado hay una agencia de viajes. Así que antes de tomar el bus paso por la agencia. Un chino con buen inglés me dice que puedo ir a Dali en bus por 138 Y (yuanes), que salen todo el tiempo. Le pido un mapa, sólo tiene mapas en chino... Salgo a la calle, sin mapa, cruzo, y le pregunto a una chica joven que tiene cara de hablar algo de inglés. No parece muy convencida con el 63 para la Estación de Trenes pero veo el número escrito en la parada y yo sí que estoy convencida. Viene el 63, subo y veo, al lado del chofer, un cartel que dice 1 Y en una caja con ranura, deposito el billete y agarro lo que parece un boleto. Pienso que lo peor que puede pasar es que me pierda, que tenga que tomar el bus en sentido contrario y volver al hostal con las manos vacías. Nada grave. Miro atentamente por la ventana desde el principio del viaje, espero divisar un GRAN EDIFICIO con cara de estación en algún momento pero no veo nada. Le pregunto a un chico que está al lado mío. "Train station". No sé si no me entiende o si no sabe dónde está... Parece pensar, habla en voz alta pero no me dice nada, al rato se baja. Ya pasaron más de 10 minutos. Miro a mi alrededor, no veo caras que puedan ayudarme. Decido bajarme creyendo que me pasé. Miro para todos lados. Nada. Empiezo a buscar caras chinas que hablen inglés mientras camino en sentido contrario al que llevaba el bus. Por suerte, nunca cambió de avenida en todo el recorrido que hice. Ni una señal de la estación, preguntemos al azar, "train station, train", nadie me entiende. NADIE. Algunos hasta se me ríen en la cara. Un hotel!, acá tienen que hablar inglés... NADA, NADA, NADA. Sigo caminando. Policías! Los policías tienen que saber, no me entiende una sola palabra y hasta parece pedirme que no lo incomode más, que no le hable más. Sigo mi camino de regreso. En algún momento me encuentro con algo que parece una exposición, una conferencia, acá sí tienen que saber inglés. Entro, me acerco al mostrador. Una de las chicas habla algo de inglés pero parece no entenderme. Le pido un papel, le dibujo un tren con muchos, muchos vagones. Entiende, le entiendo que la estación está lejos, para el otro lado, quiere que me tome un bus pero a esta altura ya no puedo, estoy cansada, ni siquiera sé si hablamos de lo mismo... Sale conmigo del local y me lleva a la parada de un bus. Le agradezco mucho y decido volver caminando al hostal. Poco después cruzo una vía de tren! Ah! Vías! La estación tiene que estar cerca. Recorro la zona con la precaución de no perder la calle por la que camino. Nada. Me compro una lata de coca-cola con letras chinas y sigo el camino del fracaso. No, hoy no voy a conocer la estación. Quizás mañana. Pero primero tengo que conseguir un mapa o crear uno a partir del que está colgado en la pared del hostal. Llego a casa. Esa misma noche conozco a Andrew (20) de Escocia. Me cuenta que él sí llegó a la estación, que está a media hora en bus, pero que nunca encontró las boleterías. Andrew quiere ir a Dali. Quedamos en encontrarnos la mañana siguiente para ver si juntos podemos encontrar la estación y la boletería...

Kunming, 6 de agosto de 2010.

No hay comentarios:

Publicar un comentario