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22 ago 2010

Rumbo a Hong Kong - China en chino - Novena Parte

La mañana en el tren transcurre sin novedades, más de ayer. Llegamos a Guangzhou alrededor de las 12.30 pm. Bueno, ahora hay que ver cómo sigue esto. Quiero creer que no, pero la incertidumbre me está matando. Bajamos del tren. Somos muchos. Sigo a la multitud y en algún momento diviso un cartel que dice TICKETS. Me acerco a una mujer con traje de tren y le pregunto "do you speak English?" Me mira con cara fastidiosa. En el tren  estuve estudiando chino, lo poco que traje de Buenos Aires y París. Así que pruebo con una de mis frases nuevas "wó yào chù Hong Kong" (yo quiero ir a Hong Kong). No me escucha, no me entiende, repite "HONG KONG?"... "Shenzhen?"... "Yes, where?, there?"... Me señala la ventanilla de TICKETS. Me pongo en la cola. Avanza rápido. Llego a la boletería. Al carajo con "wó yào chù", "HONG KONG!, SHENZHEN!", "Shenzhen", 80 yuanes (qué caro!), "time?", le señalo mi reloj, me muestra la pantalla, 12.50... Son las 12.36 hs. Pago, me llevo el ticket. ¿Y ahora? Tengo menos de 15 minutos. ¿Dónde está el tren? Pienso en salir para buscar la entrada de la estación pero decido empezar por lo que parece ser una sala de espera que está ahí nomás. Le muestro el ticket al chino que está en la puerta y me deja entrar. Tan mal no voy. Gente, MUCHA GENTE. MUCHA GENTE que no se mueve. NO-SE-MUE-VE! ¿Qué carajo pasa? Se me va a ir el tren!!! Empiezo a abrirme paso entre la gente, no me importa que me odien. Miro el ticket del chino que tengo al lado con tanta obviedad que me lo muestra. "The same?", "the same". Veo el número del tren anunciado, sólo el mío. Entonces estamos todos para el mismo tren. ¿Y por qué no se mueven? De repente, veo que empiezan a abrir una cortina metálica que impedía el paso. Ay! No! Acá viene la parte en que los chinos se matan por llegar al tren sin importar si tiene que pisar cabezas!!! Me inquieta un poco pero quiero verlo! Bueno, no es para tanto... Supongo que habrá peores! Cuando llego al andén y veo el tren entiendo porqué es más caro. Es un tren rápido (200 km/hora). Estoy llegando a Disneylandia. ¿Será por eso? El viaje que según había visto en internet duraba casi 3 horas dura 1.20. Qué bueno porque ME MUERO DE HAMBRE. Antes de subir al tren miro alrededor para ver si alguien vende algo comestible pero no hay más que pasajeros en el andén. Una vez arriba del tren subo mi mochila. Otra vez! Y me siento a escuchar música. Otra vez! En un momento me tocan el brazo, me saco los auriculares, dos señoras vestidas de tren que me dicen algo que obviamente no comprendo pero tiene que ver con mi mochila. Parece que quieren que la corra pero claro, cuando intentan moverla un poco y no pueden, mejor cambian de tema y se van como si nada hubiera pasado. A las 14.10 estoy en Shenzhen. Cuando bajo del tren llueve. Minutos más tarde, diluvia. Hay carteles con flechas que dicen HONG KONG. Saco mi paraguas de la mochila y los sigo. Y los sigo. Y los sigo. Encuentro un 7 ELEVEN en el camino. Hacía tanto que no veía uno. Eran LOS supermercados en Malasia y Tailandia. En Camboya desaparecieron. Si encuentro el croissant que me gustaba en Tailandia me desmayo! No, no. No hay desmayo. Pero encuentro algo que se le parece. Compro uno, un snicker grande y un NUTRI-EXPRESS de manzana verde esta vez para darle otra oportunidad, pero otra vez no termina de convencerme. Muy dulce. Después de seguir muchas flechas llego a migraciones de China. Completo el formulario de salida. Me sellan el pasaporte después de mirarlo y mirarme un rato, aunque no tanto como la primera vez. Sigo buscando flechas. Llego a migraciones de Hong Kong. Agarro el formulario de ingreso y lo completo mientras hago la cola y me río de lo que leo repetido por todos lados "Consult a doctor if you are feeling unwell". Buen consejo. ¿Por qué tienen tanto miedo? Me llega el turno, le doy mi pasaporte. El chino mira las páginas como buscando algo en particular. Y me inquieta cada vez más. Trato de acordarme si averigué si necesito VISA para Hong Kong y realmente no lo recuerdo. No me digas que necesito VISA porque me muero... El chino mira mi pasaporte muchas veces, las mismas páginas, en serio que parece que busca algo... Tenía ganas de decirle "Señor, tengo otro si ese no le gusta". Y sí, no estoy equivocada, mi pasaporte no le gusta. De repente, abre un cajón, saca un formulario, escribe algo, llama a otro y me dice que lo acompañe. Carajo! ¿Qué pasa? No lo puedo creer! Me pongo nerviosa. El nuevo chino me pregunta - en inglés - si viajo sola, le digo que sí. Me dice que van a averiguar mis antecedentes, que va a demorar unos minutos. La curiosidad me mata y le pregunto la razón. Me muestra el pasaporte. Tengo un sello cruzado. Un sello del 2 de enero de 2007 cruzado. Cuando viajamos a Perú nos ofrecieron cambiar de vuelo a cambio de pasajes/plata y decidimos hacerlo una vez que habíamos pasado migraciones, por eso me cruzaron el sello. Nunca lo había pensado pero, QUÉ CABEZAS! CÓMO ME VAN A TACHAR EL PASAPORTE! Le digo que puedo explicarlo, le pregunto si quiere que se lo explique. Me dice que ya lo voy a tener que explicar en la "Interview Room". Qué lindo. Llegamos a una sala llena de gente como yo. Demorada. Chinos, negros, indios. Me dice que me siente. ME MUERO DE HAMBRE, SEÑOR. Y me duele la cabeza. Me siento. No lo puedo creer, me río sola. Me resulta gracioso. Casi ridículo. ¿Qué les importa a ustedes un sello del 7 de enero de 2007? Al rato no sé si reirme o llorar. Y finalmente, estoy un poco asustada. ¿Y si para Hong Kong un pasaporte con sello cruzado es un pasaporte no válido? ¿Qué pasa si viajás con un pasaporte no válido? ¿Y si en Hong Kong es un delito? Me imagino yendo presa. Resistiéndome al arresto... Bueno, la cárcel de Hong Kong tiene que estar mucho mejor que la de China. Después de todo, esto es Disneylandia, ¿no? ¿Y si no me dejan entrar? Y si no me dejan entrar, vuelvo a China, me pago un hotel 5 estrellas en Shenzhen y se van todos a la puta que los parió! Menos mal que no cambié plata... Todo el tiempo llega gente como yo. Demorada. Cada vez que veo un pasaporte azul creo que es el mío. Uno de los negros, con los que tengo ganas de hablar desde que llegué pero por las dudas me abstengo, está muy impaciente. Va y viene. Habla con la gente de migraciones, parece reclamar que lo atiendan de una vez. Sus compañeros parecen pedirle por lo bajo que se quede quieto pero no lo logran. Pasados unos 40 minutos de mi arribo un chino me llama, "Argentina". Me levanto con mi mochila en la espalda porque nunca me la saqué y me cuelgo la mochila de mano adelante. Acá vamos... 

Entro en la Interview Room, me dice que me siente. Tiene mi pasaporte en sus manos, lo abre y lo revisa. Cuando encuentra la VISA me pregunta si viajé a Estados Unidos, me dice que él también estuvo, me dice que viajé mucho por Asia, me pregunta por el sello cruzado. Le cuento la historia del sello. Se hace el simpático. Me dice que está bien, que las regulaciones de cada país son de cada país. Y que Argentina y Brasil son lo mejorcito de Sudamérica. Me pregunta cuánto tiempo pienso quedarme en Hong Kong. "One week". Me pregunta cuánta plata tengo conmigo. "Why do you wanna know?" Me dice que necesita saber si tengo plata suficiente para estar en Hong Kong. "I have 3.000 yuanes with me" (ni pienso dejarlo todo en Hong Kong!). Escribe todo en su computadora. Me sugiere que saque un pasaporte nuevo. Me dice que el hostal en el que voy a parar es peligroso, que está lleno de indios como los que están afuera esperando su turno para la Interview Room. Finalmente, me dice que lo espere afuera, que va a hacer sellar mi pasaporte. UFFFFFF!!!! Hong Kong me espera del otro lado! Cuando salgo de la Interview Room tengo la sensación de que todos los demorados me miran expectantes, quieren ver qué cara tengo. Como si saliera de dar un exámen oral. No sé si estoy contenta pero relajada seguro. Me siento a esperar. Al rato me traen el pasaporte con el PUTO sello! Cuando me voy los tres negros siguen ahí. Tengo 90 días para permanecer en Hong Kong. Sigo viaje, todavía tengo que llegar al hostal y no puedo más. Subo unas escaleras mecánicas que sí funcionan y enseguida llego a la estación. No porque haya buscado la estación sino porque cuando salís de migraciones en Hong Kong llegás a la estación. Casa de cambio. No porque haya buscado la casa de cambio sino porque... Cambio plata. Supongo que 100 yuanes será suficiente para tomar un tren. Me da 108 Hong Kong Dollars, le pido cambio. Miro las instrucciones que escribí cuando todavía estaba en Kunming y saco un pasaje para ir a la estación East Tsim Sha Tsui. Sigo a la gente pero cuando veo el cartel del recorrido no hay ninguna estación que tenga nombre siquiera parecido al que busco. Vuelvo a la boletería para preguntar, no quiero tomarme ningún tren que no me lleve a destino. Estoy demasiado cansada como para lidiar con errores. Pero antes de llegar a la boletería me arrepiento, doy media vuelta y camino hacia el tren, decidida a tomarlo aunque me lleve al infierno. Pero en el camino tengo suerte, le pregunto a un chino que no sólo habla inglés sino que va a la misma estación. Me dice que lo siga pero no me espera. Termino corriendo por el andén con mi mochila para no perderlo. Subimos al mismo vagón. El chino tiene muchas ganas de hablar en inglés conmigo y yo de comer. Le hablo todo lo que puedo hasta que me veo forzada a explicarle mi situación para que se vea forzado a callarse un poco. Viajamos más de 45 minutos y luego combinamos con otro tren. No lo hubiera logrado NUNCA sola. ¿O sí? Salimos juntos de la estación por la Puerta K como dicen mis instrucciones y apenas damos con la calle un indio de unos 45-50 años que viste traje nos pregunta qué buscamos. No tengo muchas ganas de darle trabajo a mi intuición, trato de sacármelo de encima. Me pregunta porqué tengo miedo. Hago de cuenta que no lo escuché. Nos termina guiando hasta la famosa ChungKing Mansion. Se despide diciendo que desea volver a verme. Yo no. Finalmente, el chino y yo estamos en la entrada del edificio peligroso en el que voy a hospedarme. Lleno de indios que me acosan ofreciéndome hostales. Nada nuevo. El edificio está lleno de guesthouse y es HORRIBLE por donde se lo mire. Mi amigo chino se despide, me deja su teléfono en mi anotador y me dice que tenga MUCHO cuidado, que hace un par de días hubo un asesinato ahí mismo. MUCHAS GRACIAS por tan valiosa información! Le agradezco mucho por haberme acompañado, busco el ascensor que conduce a los pisos impares y me pongo en la cola para subir. Qué bien, ya era hora de llegar a casa...
 
Hong Kong, 16 de agosto de 2010.

21 ago 2010

Entre chinos - China en chino - Octava Parte

Mi viaje por Asia comenzó en Malasia. No ví mucho de este país. Hice un sólo viaje. Un bus nocturno a Kuala Besut. La mayoría de los pasajeros eran malayos. En la playa había malayos. En Tailandia, los turistas y los tailandeses no se tocan, no se miran, no se ven. Los buses son para turistas, exclusivamente turistas. Las playas son para turistas, exclusivamente turistas. Recién en Camboya sentí que podía mezclarme con los locales. Y es una de las razones por las cuales, Camboya me gustó MUCHO más que Tailandia. Además de que Angkor Wat no está en Tailandia, claro. En Viet Nam los buses son principalmente para turistas, había algún que otro vietnamita perdido entre nosotros; en algunos viajes más, en otros menos. Pero las playas estaban llenas de vietnamitas. En China, los buses, los trenes, los hostales, las calles son para chinos, exclusivamente chinos. No fui a la playa pero SEGURO que está LLENA de CHINOS. Eso la hace distinta. Muy distinta. En ninguno de los trenes que tomé, siquiera divisé a la distancia, a otro turista occidental...

18 ago 2010

Rumbo a Guangzhou - China en chino - Séptima Parte

Sigo un poco resfríada. Tengo los oídos tapados desde hace varios días. Supongo que la altura habrá hecho lo suyo también. Dali está a casi 2.000 metros sobre el nivel del mar. En cierto modo, está bueno estar resfríada en China. Puedo sonarme la nariz a lo chino! Con MUCHO papel, con MUCHO ruido, con MUCHO moco! No necesito parecer una lady, a nadie le importa!

Hoy me toca el tren de 24 horas. Voy a Guangzhou. Otra vez sola. Una vez que llegue allá, veré como continua mi viaje hasta Hong Kong. No tengo la menor idea de las opciones que existen. Sólo cuento con algunos nombres de lugares que me pueden llegar a servir.

Salgo del hostal apenas pasadas las 10 am. Con tiempo suficiente por cualquier imprevisto. Hoy tengo bien presente que es domingo y no sé cuanto puede tardar el famoso 63. Pero como no puede ser de otra manera, hoy que me sobra tiempo, apenas encuentro la parada el bus llega. Hoy está casi vacío. Mejor. Llegamos a la última parada en unos 15 minutos, no veo la estación pero el chofer se da vuelta impaciente y nos dice algo en chino que no puede ser otra cosa que "Final del recorrido". Bajo, diviso la estación enseguida. En el camino compro SUGUS. Son vietnamitas. Decido esperar un rato antes de subir en busca del andén. Es temprano. Me quedo observando a los chinos que me rodean mientras ellos hacen lo mismo conmigo. A medida que pasa el tiempo me miran cada vez más, como si de a poco empezaran a notar mi presencia. A las 11.30 decido que es hora de encarar la escalera mecánica que no funciona. Llego arriba sin aire. Una china con altoparlante parece cagar a pedos a la marea humana que intenta ingresar a la estación. Supongo que les dará instrucciones. Me empujan, me pisan, me golpean con sus bolsos. Ni lo notan. Yo aprovecho que no me entienden y me quejo en voz alta "Sí, sí, písenme nomás". Muestro el ticket, entro a la estación, dejo las mochilas en la cinta del scanner, las recojo y busco el número de mi tren en los carteles luminosos. Cuando llego a mi puerta todavía está cerrada. La sala de espera no tiene asientos vacíos. El horario de partida es 12.18 pm. ¿Por qué tienen esos horarios los trenes? Nunca se me ocurriría poner un horario que no fuera cuarto de hora. ¿Será para que la gente distinga su tren no sólo por su número sino también por el horario? Poco antes de las 12 la gente se empieza a levantar, son muchos. Los miro desde lejos. Abren las puertas. Espero a que entren casi todos, me cargo la mochila y parto en busca de mi cama. Coche 08, cama 002. Ya no busco el coche por mi cuenta como hicimos con Andrew, apenas veo a alguno con traje de tren le muestro mi ticket para que me lo señale. Entro al coche por el lado opuesto, lo cruzo todo. Hay hileras de tres camas dispuestas de a pares. Seis camas en cada compartimiento. Además de los asientos potenciales de siempre. Y en la pared, entre las dos hileras de camas, aparecen dos números. 5-6, 3-4, 1-2. Llegué. Son seis camas y dos números... No entiendo. Hay un chino de unos 15 años sentado en el asiento potencial, mirando por la ventana. Le muestro mi ticket. Cuando me señala mi cama, miro para arriba y lo primero que se me viene a la mente es claustrofobia. ¿Por qué siempre elijo la cama de arriba cuando se trata de cuchetas? Simple. Porque lo último que quiero es morir aplastada mientras duermo. No está mal, pero esta vez hay tres camas en la hilera y la mía casi toca el techo... Le pido con señas que me ayude a subir mi mochila que a esta altura me resulta un objeto más que odioso. Miro la cama... ¿Tengo que pasarme las 24 horas en esa cucha? Por el momento me siento en una de las camas de abajo y cuando lo hago veo el Water Boiler Room, una especie de caja metálica con una canilla, arriba de la cual dice "CAUTION HOT". Ah! Donde cargaban el agua caliente en el tren anterior! No era del baño... Sigo pensando en la numeración hasta que me doy cuenta de que 1-2 son las hileras y que mi ticket dice, aunque yo no pueda entenderlo, que tengo la cama no apta para claustrofóbicos. A las 12.16 hs el tren se pone en movimiento. ¿Por qué arranca antes de horario? No tengo mucho más que música y el libro que me prestaron para entretenerme. No tengo mucho más que tres paquetes de galletitas, uno de cada color - ni idea del sabor, está en chino -, dos M&Ms y un snicker, para alimentarme. Así que leo, escucho música, como galletitas, miro el paisaje y miro a los chinos, claro. Durante el viaje me doy cuenta de que el Water Boiler Room es un sector muy popular del tren. Todo el tiempo cargan agua caliente en envases de noodles, tapers, vasos, jarras, termos. Sigo sentada en la cama de abajo. No parace haber otro sitio en el tren para ver pasar el tiempo. Por suerte, no soy la única que lo ve así y las camas de abajo se convierten en las camas del pueblo. Si habláramos el mismo idioma le preguntaría si le molesta que me quede un rato sentada en su cama. Pero no es el caso. Así que me quedo sin decir una palabra, dispuesta a permanecer atenta a las necesidades del dueño. Aunque a decir verdad, nunca tuve muy claro quien era el dueño. El chico dormía abajo mío, otro chino enfrente mío, una china jovencita debajo de este último. Nunca entendí quién dormía en las camas de abajo. Distintas señoras vinieron a reclamarlas en distintos momentos del día. Nunca ví quién dormía a la noche, estaba muy lejos! :) En algún momento me doy cuenta de que puedo dormir la siesta. Lo mismo pensaron TODOS. Llegado el momento, cada uno a su cama. Pero antes de dormir la siesta ato mi mochila al estante con un candado. No sé si hace falta pero seguro que voy a dormir más tranquila. Subo por primera vez con la mochila de mano en la espalda y me quedo trabada con el estante que está enfrente. Me acomodo, doy vuelta y me siento en la cama con la cabeza gacha. QUÉ INCÓMODO acomodarse en la cama con la cabeza gacha!!! Me acuesto arriba de la frazada para que no me duela tanto el cuerpo. El colchón es DURO. Me siento en penitencia. Si este tren tuviera enchufes, wi-fi y... Dos camas en lugar de tres en la hilera y si vendieran cosas ricas para comer y si el baño fuera limpio y confortable y si los pasillos fueran más amplios y si hubiera una sala de estar y reposeras en el techo con una pileta... Sí, no sería un tren! Al menos, no sería un tren chino. Después de un rato decido que es hora de descender. Casi me mato tratando de bajar. Me pregunto si no estaré loca por estar haciendo un viaje de 24 horas en un tren en el que no puedo intercambiar una sola palabra con nadie. Voy a fumar un cigarrillo y me doy cuenta de que realmente tengo ganas de hablar, y qué mejor momento que este... Pero no puedo... No nos entendemos... Hasta que detrás mío aparece un chico de unos 13 años que me dice muy decidido "Mi father let me speak English" (uy, qué bien!). Me pregunta de dónde soy. Creo que nunca me entendió. No le importa. Apenas digo tres palabras me pide que hable más despacio. Me cuenta algo como que su profesor es extranjero y que él le preguntó si en Hong Kong hablan inglés y qué se yo qué más. Le digo que yo voy a Hong Kong. No le importa. Me dice algo más que no recuerdo y termina su speech con un: "See You", se da media vuelta y se va... Bueno, no era la conversación que estaba necesitando pero al menos escuché mi voz durante... ¿3 segundos? Vuelvo a la cama compartida y me siento a leer, me duele la espalda. Definitivamente no voy a reemplazar a mi mochila por otra. Quiero RUEDAS! Y no voy a ir Xian. Se me ocurre que después de un viaje en tren de 42 horas, SOLA, puedo llegar a terminar charlando con los soldados de terracota hasta altas horas de la noche...

El chino que me ayudó a subir la mochila come casi todo el viaje. Uvas, tiene una bolsa con miles de racimos, carne que tiene en otra bolsa, noodles envasados. En algún momento me doy cuenta de que le encanta leer metiéndose los dedos en la nariz para luego limpiárselos en el mantel de la mesita, en las sábanas, en los colchones. No puedo mirarlo, me pone nerviosa! Su mochila está al lado de la mía y tiene una bolsita de papel de L´Oréal Paris enganchada por fuera. A la tardecita, separa la bolsita y me entero de que tiene una toalla de mano, cepillo de dientes, pasta y dos cremas dentro de la misma. Cuando termina lo veo ponerse con mucho esmero una loción en la cara. La china jovencita es muy inquieta, va y viene, sube y baja, se pone y se saca la mochila con forma de hipopótamo y revisa el celular TODO, TODO, TODO el tiempo, al punto de que me irrita! El tercero, el que duerme enfrente mío, es muy tranquilo. Cuando almuerzan aprovecho para ver cómo agarran los palillos. No quiero irme de China sin saber usarlos BIEN. Una vez más, nunca termino de entender la relación que hay entre ellos. Al principio creo que están los dos hombres juntos, luego los tres solos, finalmente que la chica está con el hombre tranquilo y que el chico de los mocos está solo.

A la tardecita me doy cuenta de que necesito comer algo salado. El carrito que vende bandejas con arroz, lechuga, algo que parece papa pero que puede no serlo, algo rebosado que no se qué tendrá adentro y algo que podría ser fiambre, pasa sin cesar hasta que decido que quiero una. Nunca más lo veo. Espero, espero... Si la montaña no va a Mahoma, Daniela sale en busca del vagón comedor. Me levanto y decido caminar hacia adelante. Lo encuentro MUCHO más facilmente de lo que espero. Pero parece no haber acceso al vagón, hay un señor obstruyendo la entrada que tiene cosas a la venta. Compro un noodle envasado, 5 yuanes. Vamos a probar el agua del Water Boiler Room del tren chino. Abro los noodles que tiene dibujados muchos, muchos chilis en su envase y me encuentro con una salchicha que descarto y tres sobrecitos. Le echo el contenido de los tres y cargo agua caliente del tren. Me muero de hambre. Mientras devoro los noodles con el tenedor que venía adentro me pregunto cuál de los tres sobrecitos habrá arruinado mi cena. Pica. Pica MUCHO. Pero aunque siento que mi boca late no dejo ni un sólo noodle flotando. Mientras descarto el envase pienso que ya tuve suficiente desolación para un sólo día, que ya es hora de ir a la cucha...
 
Camino a Guangzhou, 15 de agosto de 2010.

17 ago 2010

Tren a Kunming - China en chino - Sexta Parte

Llego a la terminal de trenes por segunda en el mismo día. Ahora sí que hay mucha gente haciendo cola para entrar. Ingreso a la estación, apoyo mi mochila de mano y mi mochila grande en la cinta del scanner. La gente se pelea por un lugar en la cinta. Hay tantos bolsos que no creo que puedan detectar absolutamente nada. Se me ocurre que este scanner no es más que una farsa china. Poco después de las 11 am llego al asiento número 012 del coche 007. Esta vez fue bien fácil encontrarlo. Tengo el asiento de la ventana pero una china está sentada en la ventana, frente a la mesita. Le muestro mi número, se corre y me siento en la ventana. Esta vez quiero ver el paisaje y sacar fotos. Enfrente tengo una pareja china joven, de unos 20 años. Ella tiene cara de aburrida, de resignada. Tenemos un viaje de ocho horas por delante. Los observo un rato disimuladamente. La china luce un vestidito estival muy mono y unos pelos negros y largos debajo de los brazos. Me pregunto quién me dijo que las asiáticas no tienen pelos. Me muero de ganas de sacar la netbook para escribir y me preocupa que me la arrebaten por la ventana así que me abstengo. Pero estoy en China, no creo que pasen estas cosas, no aún, así que finalmente la saco y escribo y escribo, escuchando música, hasta pasadas las dos primeras horas de viaje. Luego miro por la ventana, el viento me pega en la cara, saco fotos, intento leer pero los túneles son tan frecuentes que es difícil mantener la concentración en el libro. Sigo hasta terminar el capítulo y luego me dedico a mirar por la ventana. En algún momento decido ponerme mis anteojos de sol, que ya no me gustan tanto, porque siento que me entra polvo en los ojos. El tiempo pasa rápido, son las 16 horas. De repente, la china de la pareja joven que está enfrente me mira y me ofrece un pañuelo de papel mientras se señala la cara... ¿Qué pasa? ¿Tengo algo en la cara? Le pregunto, me hace señas de que tengo la cara sucia y me dice algo en inglés. Acepto el pañuelo, me saco los anteojos y lo paso por mi cara, lo miro, ESTÁ NEGRO, NEGRO, NEGRO. Wow! Debo tener la cara NEGRA! A mí me parecía que estaba acumulando algo de polvo en el pelo, sí, sí, cada vez lo sentía más áspero... Le pregunto en inglés si ya está y con señas, me señala la nariz y me acerca otro pañuelo. Wow! Otra vez, NEGRO. Me dice: "It is not very clean, it is China...". Very clean?, ESTOY NEGRA!!! Is it China? En Argentina también hay polvo y MUCHO pero no recuerdo haber visto a nadie terminar un viaje de tren con la cara NEGRA!!! Me ayudan a cerrar la ventana. Limpio mis auriculares que también están NEGROS y se rompen! No importa, son COSAS y los vengo usando desde Buenos Aires, hacía tiempo que tenía ganas de reemplazarlos, tengo dos pares más conmigo. Saca otros pañuelos, de los húmedos esta vez, y me da uno, luego otro. Uso uno y guardo el segundo para cuando estemos cerca de Kunming para no salir NEGRA a la calle. Aprovecho que mi amiga habla algo de inglés y le pregunto a qué hora llegamos, "Between five and six". Son las 17 hs pasadas. Ya estamos llegando. Qué bien! El viaje es más corto de lo que pensé, esperaba que lo fuera pero no tanto. Me imagino llegando al hostal con la cara negra y los círculos oculares blancos porque tenía anteojos y me muero de risa sola. Qué suerte que mi amiga me avisó! Los chinos son así. Buena gente. Para ir al hostal tengo que tomar el bus 63, el mismo que tomé la primera vez que estuve en Kunming para ir a la terminal de trenes que nunca encontré. Anoto 63 en un papel para preguntar una vez que esté abajo del tren y se me ocurre pedirle a mi amiga que me escriba BUS delante. No me entiende y me escribe cómo pronunciar en chino "¿Dónde está la parada del 63?" y me lo muestra para que repita. No, no. Entonces le muestro el papel en el que tengo escrito "Estación de tren" en chino para que entienda lo que quiero pero sigue sin entender. Finalmente su novio comprende lo que quiero, le dice y me escribe en chino en el papel "¿Dónde está la parada del 63?", GENIAL!, GRACIAS! Llegamos a KUN MING. Nunca pregunté pero esta vez estaba segura de que Kunming era la última estación. Uso el último pañuelo húmedo que también termina NEGRO, me aseguro de que tengo todo, de que no perdí nada esta vez. Saludo a mis amigos, les agradezco. Bajo del tren contenta por haber llegado con mis ojotas y sigo a la multitud. Me miro en algún cristal y me parece que tengo un ojo negro... Bueno, podría estar maquillada, MUY MAL maquillada, ¿por qué no? Una vez en la calle miro los números de los buses y no veo ningún 63. Entro en un kiosco y le muestro el papel que contiene la pregunta china a un chino que le pregunta a una china en chino y me señala hacia la esquina. Sigo sus instrucciones, encuentro dos 63 vacíos, estacionados. ¿La terminal de trenes es la última parada del 63? Cómo no me dijeron eso cuando lo tomé, hubiera sido mucho más fácil y aún más, la HUBIERA ENCONTRADO!!!!!! Bueno, y ¿la parada del 63 dónde está? Sigo de largo para ver si está en la próxima calle y nada. Muestro mi papel otra vez y me mandan a los buses estacionados. Pero no hay nadie ahí. En este deambular por los alrededores de la estación siento que me miran mucho, pero mucho, TODOS. Le pregunto a una chica que está en un kiosco al lado de los buses estacionados. Todo con señas y papel porque no sabe nada de inglés y yo no sé nada de chino. Me señala la esquina otra vez. Allá veo muchas paradas, busco el 63, BINGO! Me quedo esperando un buen rato. De repente, me preocupa que no me hayan guardado la cama que reservé en el hostal antes de irme a Dali, no recuerdo haber avisado que llegaba tarde, tendría que haberla pagado!!! Bueno, dormiré en el sofá de la sala de televisión, yo no voy a buscar otro hostal ahora, yo hice mi reserva! Cuando llega el bus vacío dejo que todos suban antes que yo. Deposito un billete de 1 Y en la ranura, tomo el boleto y me siento en el primer asiento sin quitarme la mochila, apenas entramos. El bus arranca. Durante el recorrido se va llenando de gente. Circula muy lento, hay mucho tránsito. Son las 19 hs de un viernes, supongo que en cualquier ciudad del mundo eso califica como hora pico. Pasa el tiempo y nunca llegamos a mi avenida, y yo espero que la recorra un buen rato. De hecho, quiero ver hasta dónde llegué aquella vez que andaba en busca de la Terminal de Trenes pero no encuentro nada que me resulte familiar. Empiezo a dudar... ¿Me habré tomado el bus en sentido correcto?... Estaba vacío cuando subimos, tiene que haber empezado el recorrido ahí. Hay una señora detrás mío que parece comprender mi cara de perdición pero ni se me ocurre expresar palabra alguna. Mejor, espero. Cada vez sube más gente. El chofer grita "Hay lugar atrás!" en chino varias veces. De repente veo una plaza conocida, estuve ahí con Andrew cuando volvimos caminando luego de retirar los pasajes de tren en aquel hostal. El puente, vengo del otro ladooooo!!! Me paro para bajar, quiero ir para adelante, estaba en el primer asiento y es China, me tienen que dejar bajar por cualquier lado pero uno de los chinos que está aplastado enfrente mío me dice que NO en chino, me señala para atrás, "Yes, but I can´t", insisto, NO, para atrás, la puta que te parió! No me deja opción, encaro para atrás, "excuse me, excuse me"... No fue para tanto, había varios huecos y los chinos son chiquitos! Me bajo del bus y estoy enfrente del hostal. Mi felicidad es ENOOOORME, me siento GARDEL!!!!!!! Estoy tan contenta que ni pienso caminar hasta el puente para cruzar... ¿Para qué? Si el hostal está enfrente mío. Mientras cruzo la calle y salto la baranda que separa los carriles escucho las bocinas que me tocan y pienso que China no es lo que yo creía en cuanto a reglas. Sigo cruzando como si lloviera... Ahhh! Ya sé lo pasó el día que salí en busca de la terminal de trenes en el 63. Estuve buscando la estación de trenes de Retiro caminando por Palermo. Sí, sí, me tomé el bus para el otro lado... Qué aparato! Entro al hostal preocupada por mi cama. No sólo me están esperando sino que hasta puedo elegir habitación con o sin baño. Sin baño, por favor. La señora de la recepción, que me recuerda, me pregunta si me gustó Dali, y me dice que estoy bronceada... "Mmm, no, it is dirt from the train". Dejo la mochila en mi nueva habitación, bajo a ducharme para sacarme toda la tierra de China que traigo conmigo y cuando paso por la sala de TV veo a la china que odia mi toalla. Sentada, con la misma cara de asquerosa de siempre, en uno de los sofás. Y me pregunto qué hace ahí, a esta hora de la tarde sin su iPhone enfrente...

Kunming, 13 de agosto de 2010.

Regreso a Kunming - China en chino - Quinta Parte

Hoy vuelvo a Kunming en tren. Esta vez, sola. Andrew sigue viaje en sentido oeste. Y para ser honesta, no me molesta en absoluto.

Me levanto a las 7 am para desayunar tranquila antes de dejar el hostal. Apenas abro los ojos se me viene a la mente el cartel del desayuno que cuelga en la recepción: West Breakfast 8.00 - 10.30... Bueno, leeré hasta que sean las 8.00. Abro el locker que está en la habitación y trato de guardar en mi mochila, lo más sigilosamente posible, las cosas que aún están afuera.

En mi habitación son todas chinas. Sólo una habla inglés; vive en Canadá y desde el primer día se portó muy amable conmigo. La que duerme debajo de mi cama odia que mi toalla cuelgue de la baranda de la cama. Cada vez que no la veo la dobla sobre sí misma para que deje de entorpecer su visual. Todas las tardes la veo en su cama recostada con un tipo de iPhone, parece jugar a algo. Siempre la misma imagen en la pantalla, al menos para mí. Reconozco a otra que está desde que llegué, 4 días atrás, porque nunca deja la habitación y porque vive dentro de su computadora, todas las noches me acuesto escuchándola tipear. Duerme en musculosa y short, modelo chino, enroscada a la frazada y se despereza sonoramente cada vez que cambia de posición a lo largo de toda la noche. Por último, una que llegó recientemente, al menos para mí, y desde que lo hizo no ahorró tiempo en embellecerse.

Anoche salí a cenar para despedirme de Dali. Cuando volvía al hostal se me acercaron y me susurraron "ganja, ganja, smoke?" por última vez. Nunca antes, en ningún lugar que haya visitado, me habían ofrecido marihuana mientras caminaba SOLA por la calle. En general, si estoy con un hombre nos ofrecen o le ofrecen pero SOLA, nunca jamás. Y esto no es lo más curioso del asunto. Lo más curioso es que las personas que te ofrecen marihuana en Dali al susurro de "ganja, ganja" son viajecitas envueltas en trajes tradicionales que bien podrían ser mi abuela y me están ofreciendo DROGA! Volví tarde, bueno, tarde... Medianoche. No, no fumé ganja. Con muchas ganas de escuchar música. Todas mis compañeras dormían, sólo quedaba encendida la luz del baño (sucio, sucio, bien sucio! Tanto que lamento no haber hecho la reserva por internet para poder completar la encuesta...). Parece que tenía tantas ganas de escuchar música que el volumen estaba un poco elevado para el horario. De repente, siento que me tocan los pies, abro los ojos y veo a dos chinas que me miran, sentadas en sus camas, reclinadas hacia mí, la coqueta y la canadiense que me susurra con cara de desolación "The music is too loud...". Todavía recuerdo el tono de voz. "Oh!, sorry!". Bajo la música, la apago y me duermo dentro de mi bolsa de dormir porque el colchón es tan duro que tuve que usar la frazada de colchón (la primera noche la pasé fatal!).

Cuando guardo la bolsa de dormir me doy cuenta de que mi mochila casi no cierra. No entiendo porqué, apenas compré una cuchara, unos palillos y un par de aros en Dali... Cada vez que la armo tiene una forma diferente, huecos diferentes, tamaño diferente... Siempre pienso que puedo hacerlo mejor, que en el próximo destino me voy a esmerar más al momento de armarla. Me llevo una bolsa con las cosas que llevaré en mi mochila de mano para armarla afuera y salgo del cuarto para no arruinar aún más la imagen de argentino que tienen mis compañeras de habitación. Armo la mochila y leo hasta las 8.00. Ordeno el West Breakfast: scramble eggs, fruits, bacon (que no comeré), butter toast and coffe. Media hora más tarde lo traen, lo devoro, dejo el bacon a un costado. Vuelvo a la habitación, abro el locker, me cargo la mochila, check-out y estoy caminando por las calles de Dali. Tengo que recorrer tres, cuatro cuadras hasta la parada del 8. Ayer fui a buscarla para evitar imprevistos de último momento. Estoy sola. El bus viene rápido. Varios chinos suben antes que yo... Sí, sí, yo estaba primera. No pasa nada. Son las 9.10 am. Mi tren sale a las 11.00. Veo algunos asientos vacíos, me siento en uno de los primeros sin sacarme la mochila pero las dos no entramos, así que me la saco y la dejo en el piso pero obstruye el camino, así que me siento y la subo al escalón para que quede entre mis piernas dejando el pasillo libre. El bus está cada vez más lleno. Suben chicos, gente mayor. Me parece que me miran. ¿Será porque soy diferente? O, ¿estoy en el asiento de discapacitados? Bueno, escríbanlo en inglés! :) Moverme con mi mochila es una locura, los chicos están bien, a la señora le dan el asiento... Aguanto hasta que veo una mujer con un bebé colgando de la espalda. Me siento mal. Pero con lo lleno que está el bus moverme con la mochila es impensable.. Además la chica que está enfrente es más chica que yo y no tiene ninguna... "ME OLVIDÉ LAS OJOTAS!!!", "qué pelotuda!, me olvidé las ojotas en el hostal!, las dejé abajo de la cama de la china que odia mi toalla! LA PUTA MADRE! Qué bronca!!!!!!!!!!!!" Miro el reloj, son las 9.30 am, todavía tengo tiempo de volver, mi tren sale en una hora y media... Pero estoy en la carretera en la que nos perdimos con Andrew y no hay nada. Tengo flyers de todo tipo en mi bolsillo para dar instrucciones, estación de tren escrito en chino, puedo probar. Miro por la ventana, veo algún taxi por ahí. Alguno de estos días escuché que ir en taxi a la terminal de tren cuesta 40 yuanes. ¿Y si le ofrezco 100 para que me lleve al hostal rápido y luego a la terminal? No me va a entender nada, me tengo que abrir paso con mi mochila entre toda esta gente para bajar... Si estuviera en cualquiera de los otros países que visité en Asia me bajaba pero es China... Además no puedo perder este tren, tengo otro en un día y me costó mucho conseguir ese pasaje. Bueno, ya está, mala suerte. Me imagino a mis havaianas marrones solitas, debajo de la cama. Los días que pasarán hasta que alguien haga algo con ellas! Me imagino que las cosas que quedan perdidas en un hostal quedan ahí por años, nadie las reclama, nadie las reconoce como perdidas, nadie las toca. De hecho en mi habitación había un peine y una vincha que estoy casi segura de que estaban en esa situación. Iban y venían sobre la mesa, nadie las tocaba más que para correrlas un poco a la derecha, un poco a la izquierda... Bueno, mis ojotas... Ya está. Son cosas, no pasa nada, no está mal despojarse de las cosas. Yo creo que es bueno poder despojarse de las cosas. Sí. El problema es cuando las cosas no son sólo cosas. Cuando son sentimientos, recuerdos, lugares, incluso gente. Ahí sí que es jodido despojarse de las cosas. Bueno, en fin, son COSAS, no las necesito, las cosas se pueden reemplazar facilmente. Bueno, no todas, claro... Algunas son más difíciles de reemplazar. Y son mis ojotas, mis havaianas marrones que compré en Buzios, una de los pocas cosas que tengo conmigo que realmente me gustan. Empiezo a mirar los pies de la gente que me rodea... No, definitivamente no voy a poder reemplazarlas facilmente, en China seguro que no... Bueno, puede ser divertido buscar ojotas en Kunming, tengo un día entero para hacerlo... Pero, ¿con qué me ducho esta noche?... Puedo ducharme mañana luego de adquirir unas ojotas provisorias... Qué bronca! Pero ya son las 9.45, ya está, ya es tarde. Qué boluda! Me hubiera bajado a las 9.30 y llegaba! Basta! Basta! Me compraré unas lindas "ojotas" chinas, total en el hostal de Kunming hablan inglés, y sino le pregunto dónde y le señalo las ojotas de alguno, todos los backpackers tienen ojotas. Me acuerdo de uno que vi en el hostal de Kunming. Tenía "ojotas" rosas, qué gracioso me pareció! Yo voy a terminar igual! GENIAL!!!!! Me imagino caminando por Shanghai y Beijing, donde sé que hace calor, en zapatillas... Me imagino yendo a la playa en Grecia con "ojotas" chinas. Puteo en voz alta, ¿por qué no me bajé a las 9.30? Me hubiera sobrado tiempo!!! Cada vez tengo más bronca y más ganas de volver. El bus se detiene. Llegamos a la terminal de trenes. Son las 10.00. Bueno, no llego. Tardamos 50 minutos en llegar y mi tren sale en una hora. Me bajo del bus resignada, triste, molesta, enojada, sí, enojada conmigo misma! No reconozco la estación por fuera, no encuentro la entrada, sigo a la gente. Me llevan a las ventanillas para comprar tickets pero yo ya tengo el mío así que miro a mi alrededor y veo un cartel: "Upstair to wait". Subo muy inquieta aún, hay muy poca gente. Cuando estoy por entrar, veo números de trenes en la pared, miro mi ticket, identifico mi tren: L9016 - 11.30. ¿11.30?, ¿está atrasado? ¿Todavía tengo tiempo? Me acerco al señor que está al lado del scanner, le muestro mi ticket para cerciorarme de que está atrasado y cuando lo hago veo que mi tren sale a las 11.30 am. MI TICKET DICE 11.30! No está atrasado, sale 30 minutos más tarde de lo que creía. Sin pensarlo me doy media vuelta y empiezo a bajar las escaleras. Pero, esperá. Si el bus tardó 50 minutos en venir, necesito casi 2 horas de bus para ir y volver... Pero si el bus tardó 50 minutos un taxi tiene que tardar 30-40 y tengo 1 hora y media. El peor escenario sería 80 minutos que es una hora y 20 minutos! Ya no hay vuelta atrás! O nos vamos las tres o nos quedamos las tres! Desesperada, busco un taxi con la vista. Nada. Alguno ocupado. Mientras tanto, un señor en un tuk-tuk me quiere llevar. NO LLEGO EN TUK-TUK SEÑOR!!!! No, no, no! Carajo, que venga un taxi ya!!!!! De repente veo uno ocupado que entra a la estación, salgo corriendo. Ni siquiera dejo que la chica pague y le muestro al chofer el flyer del hostal y mi ticket de tren, "go and come back!", le hago señas de ir y volver, "but hurry", sacudo la mano, le muestro el ticket con el horario y saco un billete de 100 yuanes "I´ll give you one hundred". Parece entender. La chica paga, por poco la bajo del taxi. Me subo atrás, con la mochila puesta, no entro! Salgo, me la saco y la tiro en el asiento. Le pregunto otra vez si sabe adónde quiero ir, parece que sí... Arranca, el recorrido no me parece familiar, ¿adónde me lleva? Si se equivoca estoy perdida! Bueno, aún tengo más de una hora, le diré que me lleve devuelta a la estación y mis havaianas marrones morirán en Dali. No entiendo adónde vamos, de hecho, me parece que la ciudad vieja está para el otro lado. Me asomo con cara de LOCA, porque estoy SEGURA de no puede ser de otra manera, y lo atormento otra vez, "Old town, old city", no me entiende, me dice algo en chino que debe ser "Señorita no le entiendo, no me torture más". Ok, ya estoy acá, veremos que pasa... No lo altero más al pobre hombre! Si pierdo el tren me tomaré otro, tiene que haber otro antes del domingo, quizás hasta hay más de uno por día, Dali-Kunming no es tan difícil de conseguir y sino tomaré un bus, hay buses, ¿un bus nocturno? Tiene que haber un asiento para mí esta noche, ¿por qué no?... De repente, estoy otra vez en la carretera en la que nos perdimos con Andrew, mi amigo maneja rápido como le pedí. Me arde la garganta. Porque estoy resfríada. Porque nunca dejé de fumar. Unos 20 minutos más tarde veo las Tres Pagodas a la distancia y me tranquilizo. Lo mismo me pasó unos días atrás cuando volvimos pedaleando luego de alejarnos unos 18 kms de Dali. No pagué la entrada a las pagodas, 126 yuanes, mucha plata... Pero mis havaianas marrones compradas en Buzios lo valen! Entramos en la ciudad vieja. Mi amigo no sabe donde está el hostal, se detiene a un costado de la calle y parece querer llamar por teléfono para averiguar. No, no, no hay tiempo!!!! Miro alrededor y veo un cartel que dice Bo Ai Road, la entrada del hostal está sobre esa calle, no sé si ya lo pasamos o si está adelante pero le hago señas para que siga. Le cuesta salir porque hay buses y autos en la calle pero finalmente sale. Trato de reconocer la zona, me cuesta hasta que veo una esquina familiar, sí, "there!, there!". Ve el hostal, se detiene. Son poco más de las 10.30. Genial, vamos bárbaro! Me pongo la mochila de mano, dejo la grande, bajo del taxi, entro al hostal donde tampoco me quieren mucho, tuve algún encontronazo con la chica de la recepción, la veo, "I forgot something in the room, can I get it?", me mira molesta, como siempre, y veo que la habitación está abierta, "It is open!", corro, impido que me cierren la puerta enla cara, entro en la habitación, manoteo mis ojotas, las miro bien para no llevarme otras, sí, son ellas, me estaban esperando. Salgo enseguida. Subo al taxi, pienso en decirle algo pero no!, ¿para qué? Mi amigo ya entendió todo. Volvemos a la estación. Saco mi "billetera" de Istanbul para sacar el billete de 100 yuanes y el ticket para ver qué coche me tocó esta vez y cuando la cierro queda abierta... ¿Se rompió el cierre? Sí, se rompió el cierre... Me sonrío. Tendré que buscar una nueva. No me importa, estoy segura que encontrar una similar en China será mucho más fácil que encontrar havaianas marrones compradas en Buzios...

Dali, 13 de agosto de 2010.

14 ago 2010

Rumbo a Dali - China en chino - Cuarta Parte

Me habían advertido que en la provincia de Yunnán, donde estoy desde que llegué, no hablan inglés. ES VERDAD.

Con trabajo de hormiguita llegamos a Dali. 8.30 hs de tren y qué tren!!!! Casi hacinados entre chinos. Estuvo divertido, sólo que a mitad de camino nos dimos cuenta de que nuestra estación no era la última y no teníamos la más puta idea de cómo reconocerla y más tarde, mientras el sol caía, terminamos perdidos en una carretera con pocos chinos a la vista que hablaban sólo... CHINO, sí, claro. A ver... Vamos por orden...

Anoche quedamos en encontrarnos en el lobby del hostal a las 9.30 am. Mientras espero a Andrew, que siempre llega tarde, le pido al chico de la recepción que me escriba en un papel "Railway Station" en chino para mostrarle al taxista. Cuando finalmente aparece, salimos en busca del taxi. Conduce una china, le muestro el papel, sí con la cabeza, vamos! Llegamos a la estación. ENOOOORME!!! Son las 10.05 am, nuestro tren sale en 30 minutos. Mostrando el ticket llegamos fácil hasta el tren pero nos cuesta una caminata, ida y vuelta (lo tengo filmado, son más de 12 minutos!), encontrar nuestro vagón en el tren. Nos rebotan, EN CHINO, dos veces antes de dar con el coche que dice nuestro ticket. Y eso que los números son iguales a los nuestros! (por lo cual estaré eternamente agradecida!). Cuando nos dejan acceder al coche porque es el correcto nos encontramos con un vagón con asientos duros (hard seats, ya lo sabíamos... lo que no sabíamos es que son DUROS, BIEN DUROS, por momentos no sabía cómo sentarme, duele!!!). En cada asiento entran 4 personas, enfrentados de a dos, con dos niveles de estantes en la cabeza para que reposen los bolsos; hay escaleras para alcanzar el segundo nivel. Todos estos asientos desembocan en un pasillo con potenciales asientos pegados a la ventana. Cuando entramos, cerca del horario de partida, el vagón desborda de gente, lleno, lleno, los asientos, los potenciales asientos, el pasillo, a punto tal que sigo de largo porque no veo lugar en mi número, el "asiento" 006 (y digo "asiento" porque no es uno, son 4 en uno), y porque me toma por sorpresa semejante cantidad de gente, chinos, TODOS!!! Si bien sacamos los pasajes juntos, tenemos asientos en extremos opuestos del coche. Andrew tiene el asiento 058. Una vez que llegamos al final del coche Andrew se abre paso para sentarse en su asiento y yo estoy lista para volver a reclamar el mío. Antes de separarnos me pregunta si Dali es la última estación. Mmm, no sé... Buena pregunta. Quedamos en que intentaríamos averiguarlo y que en caso de decidir bajarnos pasaríamos a buscar al otro primero (¿lo cumplirá?). Cruzo todo el vagón, muestro mi ticket, señalo el número 006 y me dejan el lugar. Subo mi mochila como puedo y me siento. El chino que está al lado mío sabe algo de inglés. Me dice, o más bien le entiendo, que Dali es la última parada y que él baja ahí. De repente aparece Andrew, desesperado por bebida y comida, mi amigo le dice que pasarán vendiendo de un momento a otro. Aprovecho para contarle que Dali es la última estación. Los dos contentos. Una vez que Andrew desaparece, me pongo a leer el libro que me prestaron, nunca más oportuno que ahora con la cantidad de horas que pasaré arriba de un tren. Mi amigo que habla un poco de inglés no disimula su interés en mi libro que está en inglés y lo lee a la par mía. Al principio lo dejo en ángulo tal como para que los dos podamos apreciarlo pero en algún momento empiezo a sentir el aliento de mi amigo y es INSOPORTABLE!!!!, a tal punto que cambio de ángulo para quitarle el interés por mi libro. Mirá para otro lado POR FAVOR!!!! Afortunadamente o no, luego de unas horas, sin decir una palabra y segundos antes de que arranque el tren, mi amigo se levanta despacio y se baja, gracias por el aliento pero... ¿No iba a Dali?, ¿estamos en Dali? Pasaron pocas horas... No sabemos bien cuánto dura el viaje, yo tengo entendido que son unas 7-8 horas pero ni siquiera recuerdo de dónde saqué esa información, ¿era en tren?, ¿era en bus?, mmm, no sé... Ok, se ve que mi amigo se bajaba antes... Mientras tanto, enfrente tengo dos parejas, una más madura, otra embarazada. La señora de la pareja madura cada vez que saca algo para comer nos convida a todos, a mí con gestos, claro, ella no dice ni "hello" y yo no digo ni "ni hao" (hola en chino) a esta altura. Yo le sonrío pero no le acepto nada hasta que me pone cara de "vamos, dale, agarrá!" Ok, es un caramelo envasado, tan grave no puede ser, me cuesta abrirlo porque está pringoso, ella me muestra cómo abrirlo!, lo como, mmm, es blando... Ni. Luego me hace lo mismo con otro envasado que tiene una pinta asquerosa, y con mi mejor sonrisa se lo rechazo mientras pienso "NI EN PEDO COMO ESO SEÑORA!!!!" La pareja embarazada me enternece mucho, al punto que hasta lloro un poquito más de una vez. Ella tiene cara de cansada, y él la cuida, le seca las gotas de transpiración de la nariz y le da de comer en la boca. Eso sí, cuando ella empieza a meterse una de las pocas uñas largas que tiene en la nariz y saca mocos no sólo deja de enternecerme sino que no puedo ni mirarla... En mi asiento hay otra china joven que me mira de más. En algún momento me doy cuenta de que hablan de mí porque TODOS me miran. Nunca termino de entender la relación que hay entre ellos, hablan con mucha naturalidad y confianza, pero yo creo que no se conocen, que se encontraron por primera vez en este tren, no sé, pienso que los chinos son así y ME GUSTA... Bueno, volviendo, hasta ese momento Dali es la última estación. Pero en algún momento del viaje veo un ticket que dice LijiangDong... Lijiang está más lejos que Dali... Este tren no termina en Dali. Entonces le muestro mi ticket a la señora que convida envasados, que no habla una palabra de inglés, y le digo "Dali" y le hago señas con la mano para adelante (cómo diciendo ¿está para adelante o me pasé?), no me entiende, la chica que está ahí me dice algo en inglés, algo como "six thirty". Ok, espero a que arranque el tren para que no se lleven mi mochila grande y salgo con la pequeña en busca de Andrew. ¿Estará en el asiento 058 o ya se habrá bajado?, ¿habremos pasado Dali?, ¿nos pasamos?, bueno, después de todo yo quería visitar Lijiang... Aunque no creo, el viaje tiene que ser más largo..., "excuse me", "excuse me", no sé para qué si nadie me entiende... Llego hasta el asiento 058. Andrew está en patas sentado arriba de un papel de diario. "Andrew!, Dali is not the last stop, what should we do?" El tren se detiene a cada rato en alguna estación. ¿Cómo ibámos a reconocer la nuestra? Son las 15.30 hs. Andrew me dice que me mude con él. Vuelvo a buscar mi mochila grande, mis amigos del asiento 006 me preguntan qué hago, les digo que me voy con mi amigo y me despido de ellos. Andrew quiere subir mi mochila al segundo estante pero le digo que mejor la dejemos a mano por si tenemos que saltar del tren de un momento a otro. Empezamos a pensar qué hacer, ¿cuál es la mejor estrategia? ¿Y si vamos a la puerta con todo y miramos todos los carteles y bajamos cuando leamos Dali? Hasta ese momento yo había leído un sólo cartel en una estación que decía "Da Lu" debajo de los caracteres chinos. Miro alrededor, enfrente nuestro hay una pareja y una chica, le pregunto a la chica "¿Dali?", dice algo en chino, piensa fuerte y dice "thirty seven"... Ok, 7.30 es la hora en que llegamos a Dali y esta chica habla un poco de inglés (qué suerte!!!!), le pregunto si baja ahí, no, en otra estación, "before or after Dali?", "Before"... Puta! No nos sirve. "¿Nadie baja en Dali?" Ella dice que todos bajan con ella... Qué raro, ¿todo el tren se baja con ella?... Le preguntamos otra vez por Dali y dice "six thirty", ah! lo mismo que me dijeron mis vecinos, entonces llegamos 18.30, lo que podemos hacer es ir a la puerta del tren con las mochilas a las 18 hs y mirar los carteles hasta que llegue Dali y arrojarnos del tren. Miramos el mapa, Andrew viaja con Lonely Planet. Él dice que no podemos perdernos la estación, que parece grande, que Dali tiene aeropuerto, que debe ser más grande que la mayoría de las estaciones que cruzamos. Le pregunto a nuestra amiga que está muy interesada en hablar con nosotros ("quiero hablar con ustedes pero mi inglés es muy malo", poor dijo, los pocos que hablan inglés dicen lo mismo, en las clases de inglés les deben enseñar "Sorry, my English is poor", claro pero para mí es MAGNÍFICO!!! Ellos no lo entienden. Eramos los primeros extranjeros con los que hablaba en inglés, wow!) "Is Dali a big city?", "Yes, big city, Dali is a beautiful city"... Para esta altura Andrew ya había intentando llamar por teléfono al hostal donde compramos los pasajes de tren, a un amigo que está en Dali, sin éxito... Le pregunto a nuestra amiga cómo se llama la parada anterior a Dali, me lo anota en un papel... De repente, uno de los hombres que estaba alrededor nuestro me muestra su ticket: Dali, voilà! Ok, este hombre baja en Dali. "We´ll follow him, then". De más está decir que nuestro nuevo amigo no habla NADA de inglés. Pero creo que él entiende que esperamos sus instrucciones... O gestos. Nuestra amiga y la pareja se bajan. Son las 17.30 hs. A partir de ese momento a nuestro amigo lo seguimos hasta al baño. Obvio. De repente otro señor, cuyo ticket dice Dali también, se sienta al lado de nuestro amigo. Hasta ese momento había visto pasar carritos vendiendo comida y bebida, tomates cherry, sandía, latas, algo que parecía arroz, huevo, bacon y qué se yo qué más, noodles envasados para preparar con agua caliente (del baño, puaj!!!!). De más está decir que yo en ese tren no iba a adquirir nada y tampoco iba a conocer el toilet así que apenas comí 4-5 OREO que tenía conmigo y no tomé una gota de agua hasta pasadas las 18 hs. Este señor que parece bastante mayor y que está vestido de manera muy particular, con un traje muy desalineado y un aspecto muy dejado pero con traje!, pide una cerveza y una pata de pollo envasada. Para abrirla saca una navaja de tamaño interesante y empieza a devorar la pata, se ve un cuero oscuro por fuera, carne roja por dentro, puaj! Andrew se tienta, pide una cerveza y el amigo lo anima para que pida la pata de pollo envasada, allá va Andrew, qué asco! TODO desperdicio, absolutamente TODO es arrojado por la ventana, no importa que haya tachos en el tren, la ventana es uno más para ellos y siempre está más a mano... Para mi sorpresa, Andrew hace lo mismo (lo quería matar!). El tren se detiene unas tres veces por largo tiempo, parecen paradas no programadas. Terminamos llegando a Dali a las 19 hs. Nuestro amigo nos hace señas para que bajemos en esa estación. Es cierto, Dali es grande, mucha gente baja del tren, pero no hay un PUTO cartel en la estación que no esté escrito en chino. GENIAL! Lo hicimos!

Ahora tenemos que tomar un bus, el número 8, hasta la ciudad vieja. Nuestra amiga nos había pasado esta información por escrito antes de bajarse del tren a las 17.30 hs: bus 8, 30 minutes. Por las dudas no perdemos de vista a nuestro amigo, él no nos espera... En el camino vemos el bus 8, cartel: 1.50 Y, cómo se paga el boleto?, ya lo sabía porque me tomé un bus en Kunming para ir a la estación de trenes que jamás encontré en esa oportunidad. Hay una "caja" con ranura para depositar la plata, así nomás. Hay varios 8, buscamos uno que no tenga mucha gente para poder movernos con nuestras mochilas libremente y poder arrojarnos cuando sea necesario, esta vez desde el bus. Nos quedamos cerca de la puerta. Arranca, 10 minutos más tarde entra en lo que parece una terminal. Nadie se mueve, nos miramos, parece que es para dejar la plata, sale, sigue viaje. Ya pasaron los 30 minutos, quizás un domingo los 30 minutos son 40... Tenemos que cruzar una puerta para entrar en la ciudad vieja. Yo llevo conmigo un flyer de un hostal que tiene dos mapas, uno de la zona de la terminal de tren y otro de la ciudad vieja. No es muy claro. Una vez que cruzamos la puerta nos bajamos en plena carretera porque pienso erróneamente que es por ahí. No hay nada, nadie, los nombres de las calles SOLO en chino, unos taxis estilo tuk-tuk, un negocio. Preguntamos. Hago señas de acá, muestro el mapa. NO ME ENTIENDEN. ¿CÓMO PUEDE SER? ¿QUÉ PUEDO PREGUNTAR SI TE MUESTRO UN MAPA Y TE SEÑALO EL SUELO????? ¿EH???? ¿QUÉ???? Me señala el mapa, nos señala la parada del bus 8, ¿dice que tomemos el bus?... No estamos seguros, los taxis nos quieren llevar por 20 Y, no, es mucho, caminamos para un lado, para otro, parece una carretera sin entrada a la ciudad, vemos la ciudad de un lado, el lago del otro... No entiendo, parece que el camino que vi en el mapa está al revés, seguimos caminando, oscurece, nada... Otro taxi nos pide 20 Y, no, no! Pero finalmente nos paramos a esperar un taxi a ambos lados de la carretera. Hay tres personas del lado que me toca monitorear a mí, me acerco, les muestro el mapa, les señalo el suelo otra vez, me hablan, no entiendo nada!, les señalo adónde queremos ir y me señalan el bus 8 otra vez. Andrew no está convencido de tomar el bus, quiere tomar un taxi por 20 Y, pero lo empujo a subir al bus. Otra vez en el bus. Sí, el recorrido del bus lo había leído al revés, entramos por la puerta Este, yo creí que era la Oeste. En el mapa no parecía tan largo el camino. Una vez dentro de la ciudad vieja nos desorientamos nuevamente, Andrew sugiere bajar del bus y tomar un taxi, "let´s wait a bit more". Finalmente, le muestro el mapa a un chico que se muestra tímido, me empuja la mano para que lo vea una chica que está con él, otra me señala hacia afuera como si el lugar que busco estuviera ahí mismo, ¿será verdad? Me sigue señalando, nos bajamos, parece céntrico, hay carteles con nombres de calle legibles! Bingo! Estamos cerca del hostal.

Llegamos al hostal. No hay lugar. FUCK! Preguntamos por ahí. Un señor se nos acerca y nos ofrece una habitación doble por 50 Y la noche, vamos con él. La habitación está limpia, ES NUESTRA! Dejamos todo, vamos a cenar!!! No puedo más... Pero una vez más, lo logramos! :)

Dali, 8 de agosto de 2010.

Como conseguir pasajes - China en chino - Tercera Parte

Apenas me levanto informo en la recepción del hostal que me quedo una noche más. No tienen camas para esta noche. FULL... FULL. ¿Qué? ¿Por qué? Qué mala suerte! Si todo venía tan bien (¿tan bien?)... Me dicen que pregunte otra vez al mediodía. Odio que me digan que vuelva al mediodía!!!!!!!, me pasó miles de veces en este viaje! Molesta, voy a desayunar. En el transcurso de la mañana me entero que es difícil conseguir pasajes de tren. Una belga que habla muy bien español se está yendo a Guilin en avión. Me cuenta que estaba en Dali el 5 de agosto, que quería ir a Guilin y que recién conseguía pasaje en tren para el 12 de agosto. También me cuenta que están reparando las carreteras a Dali y que el viaje en bus de 8 horas puede convertirse en 24. Algo así le había entendido al chino de la agencia de al lado cuando lo visité ayer. Decido verlo otra vez para saber si puede venderme pasajes de tren pero la puerta está cerrada. La luz está encendida, un cartel con un número de teléfono cuelga de la puerta. Y de repente caigo en la cuenta de que hoy es SÁBADO! Paso por la recepción y pregunto si mi amigo vuelve. No saben. Pero, ¿trabaja los sábados? No saben. ¿Cómo puede ser que no sepan? Bueno, ¿tiene habitaciones para esta noche? Sí, 160 Y. En el hostal pago 40 Y, no está tan mal, después de todo es un hotel. En la calle encuentro un local donde venden pasajes, la señorita está saliendo cuando me acerco. Entramos, le digo que quiero un pasaje de tren a Guilin y me dice que no sabe si tiene, que vaya a la estación, que si en la estación no tienen, ella tampoco. Pero, ¿acá no venden pasajes? Le pregunto por un bus a Guilin. No hay. La señorita se quiere ir. Es sábado. Vuelvo al hostal un poco confundida en busca de Andrew. Cuando me encuentro con él mi panorama es bastante oscuro. El chino, la falta de pasajes y de cama para esta noche me están complicando el día más de la cuenta. Andrew me dice que hay un hostal donde se pueden sacar pasajes de tren. Podemos tomarnos un taxi, es barato, alrededor de 1 £. No sé qué hacer. Para dónde ir, qué destino elegir. Finalmente paramos un taxi, le mostramos el flyer del hostal y subimos. Nos deja en una plaza muy china y muy concurrida. Es sábado. Nos toma un rato dar con la entrada del hostal pero finalmente nos encontramos frente a una china bastante seca e impaciente, con un inglés tosco, que luego de llamar por teléfono nos informa que a Dali podemos ir mañana mismo y que a Guilin puedo ir el 15 de agosto recién. Pero hoy es 7... Es muy tarde para mí, es media estadía en China! Pero no me queda otra. Alguien me dijo que hay buses hacia Yangshou, cerca de Guilin, pero la señorita de esta mañana me dijo que no hay. Ya no me resta paciencia. Ok, ya no tengo tiempo para Guilin y Yangshou. Si quiero ir a Guangzhou (para llegar a Hong Kong), ¿cuándo puedo viajar? Llama por teléfono, impaciente otra vez, y me dice lo mismo, el 15 de agosto. CARAJO! Andrew pide su pasaje a Dali para mañana a las 10.35 am y me dice que me espera afuera. Bueno, quiero el pasaje para el 15 para Guangzhou. Adiós Guilin. Adiós Yangshou. ¿Y qué hago la semana que queda en el medio? Me voy a Dali con Andrew, después de todo encarar el primer viaje en tren en China acompañada será más que reconfortante. Le pido tres pasajes. Ida a Dali mañana, 8 de agosto, a las 10.35 am, vuelta de Dali el 13 de agosto e ida a Guangzhou el 15. Por las dudas vuelvo un día antes, no vaya a ser cosa que ahora reparan las vías férreas y mi viaje de 8 horas se convierte en 24 y me quedo a vivir en Kunming. Le pregunto a la chica si puede haber algún problema con los trenes, ni siquiera da lugar a mi pregunta. ¿Es sábado? Bueno, tenemos que volver a buscar los tickets entre las 15 y las 16 hs. Nos cobran 20 Y más por cada uno por los servicios prestados. Los pasajes son baratos. Ida a Dali cuesta 36 Y en hard seat, ¿unos 4 euros? Antes de irme pregunto si el hostel tiene camas para esta noche. Volvé al mediodía. Sí, claro! Salgo, muy decepcionada, y me encuentro con Andrew que me dice que volvamos en taxi, que si puedo pagarlo yo, que él pagó el de ida. Claro, eso pensaba hacer! A ver, si recién el 16 de agosto estoy en Hong Kong no creo que llegue a Xian tampoco. De Shanghai a Xian tengo que tomar un tren de 42 horas, sí, sí, 42 horas, casi 2 días arriba de un tren, IMPRESIONANTE realmente! Entonces 2 días de ida, 2 días allá, 2 días de regreso... Imposible. Adiós soldados de terracota y qué bronca que me da! Más tarde miré pasajes de avión. 300 euros. Casi lo que pagué el vuelo de regreso a Europa! No way! Cuando llegamos a nuestro hostal, o al hostal de Andrew, la señora que nos atiende me dice que hay cama para mí esta noche y nos pregunta cómo nos fue con los pasajes. Así me entero que en China es temporada alta. Los chinos están de vacaciones. Los chinos están viajando por su país. Los chinos son turistas como yo. Los chinos viajan por esta provincia porque no hace calor. Me cago en las vacaciones de los chinos! A las 16 horas volvemos al hostal, esta vez caminando, a buscar los pasajes. Todo en orden. Salvo mi itinerario, todo está en orden...

Kunming, 7 de agosto de 2010.

Rumbo a la Terminal de Trenes - China en chino - Segunda Parte

Viernes a la mañana temprano, llego al Camellia Youth Hostel en Kunming. Llevo apenas un día en China y diría que ni siquiera porque lo pasé sentada en una terminal de buses en la frontera con Viet Nam. Pregunto si tienen una cama en un DORM y sí tienen. Quiero la más económica, con baño afuera, pero no hay disponibilidad así que tomo una cama en una habitación con baño adentro. Por fin puedo usar la credencial de Hostelling International que compré en París en abril. Me dicen que es posible que la cama no esté lista hasta pasado el mediodía pero está bien, no me importa. Dejo la mochila en la habitación, ni siquiera miro la cama. Pido mi desayuno en el hostel mismo. El espacio común, que está al aire libre, es muy bonito. Mesas con wi-fi. Me acomodo en una de ellas y paso toda la mañana escribiendo e-mails y pensando en mi itinerario. El clima es muy agradable, está fresquito! Después de transpirar sin parar durante más de dos meses, esto es el paraíso mismo! Al mediodía pregunto por un sitio para almorzar, me dicen que en la esquina hay varios. Camino hasta allá llevando conmigo todos las notas de China que colecté desde que empecé a pensar en mi viaje. Veo algunos restaurantes, algunos más Western, otros más chinos. En el más Western veo un cartel con recomendaciones de platos en inglés y decido tomarme un respiro del chino. Me siento, me traen el menú. Vegetales fritos, arroz, papas fritas y coca-cola. Reviso mis notas mientras sigo practicando con los palillos. Todavía soy bastante mala pero de hambre no me muero. Armo mi itinerario: Kunming (donde me encuentro ahora) - Dali - Lijiang - Kunming - Guilin - Yangshou - Hong Kong - Shanghai - Chengdú - Xian - Beijing. Bastante ambicioso, por cierto. Tiene forma de Z invertida con brazos de MUCHOS, MUCHOS kilómetros. Sí, no tengo más de 2-3 días para cada sitio considerando los largos viajes que me esperan en medio de ellos. Pienso que puedo hacerlo, ¿por qué no? Ya está, qué fácil, tengo mi itinerario chino! Ahora tengo que sacar pasajes para Dali y para ir a Guilin una vez que regrese a Kunming. En China se viaja en tren. Vamos a la estación de trenes entonces.



Cuando vuelvo al hostel encuentro un cartel que dice Estación de Trenes - Bus 63. Muy bien, puedo ir en bus. No tengo ninguna Lonely Planet conmigo, viajo a ciegas desde marzo. Así que no cuento con un mapa y por más que intente conseguir uno, no hay, no es posible. En el hostel hablan inglés. Me dicen que tomo el bus 63 enfrente, me señalan el sentido que debo tomar y me gritan cuando me estoy yendo "Five minutes". Vuelvo, les pido un mapa, me dice que hay uno pegado en la pared. Lo miro un rato, no parece lejos la estación, pienso en ir caminando pero el bus me resulta más divertido! También me informan que en el hotel de al lado hay una agencia de viajes. Así que antes de tomar el bus paso por la agencia. Un chino con buen inglés me dice que puedo ir a Dali en bus por 138 Y (yuanes), que salen todo el tiempo. Le pido un mapa, sólo tiene mapas en chino... Salgo a la calle, sin mapa, cruzo, y le pregunto a una chica joven que tiene cara de hablar algo de inglés. No parece muy convencida con el 63 para la Estación de Trenes pero veo el número escrito en la parada y yo sí que estoy convencida. Viene el 63, subo y veo, al lado del chofer, un cartel que dice 1 Y en una caja con ranura, deposito el billete y agarro lo que parece un boleto. Pienso que lo peor que puede pasar es que me pierda, que tenga que tomar el bus en sentido contrario y volver al hostal con las manos vacías. Nada grave. Miro atentamente por la ventana desde el principio del viaje, espero divisar un GRAN EDIFICIO con cara de estación en algún momento pero no veo nada. Le pregunto a un chico que está al lado mío. "Train station". No sé si no me entiende o si no sabe dónde está... Parece pensar, habla en voz alta pero no me dice nada, al rato se baja. Ya pasaron más de 10 minutos. Miro a mi alrededor, no veo caras que puedan ayudarme. Decido bajarme creyendo que me pasé. Miro para todos lados. Nada. Empiezo a buscar caras chinas que hablen inglés mientras camino en sentido contrario al que llevaba el bus. Por suerte, nunca cambió de avenida en todo el recorrido que hice. Ni una señal de la estación, preguntemos al azar, "train station, train", nadie me entiende. NADIE. Algunos hasta se me ríen en la cara. Un hotel!, acá tienen que hablar inglés... NADA, NADA, NADA. Sigo caminando. Policías! Los policías tienen que saber, no me entiende una sola palabra y hasta parece pedirme que no lo incomode más, que no le hable más. Sigo mi camino de regreso. En algún momento me encuentro con algo que parece una exposición, una conferencia, acá sí tienen que saber inglés. Entro, me acerco al mostrador. Una de las chicas habla algo de inglés pero parece no entenderme. Le pido un papel, le dibujo un tren con muchos, muchos vagones. Entiende, le entiendo que la estación está lejos, para el otro lado, quiere que me tome un bus pero a esta altura ya no puedo, estoy cansada, ni siquiera sé si hablamos de lo mismo... Sale conmigo del local y me lleva a la parada de un bus. Le agradezco mucho y decido volver caminando al hostal. Poco después cruzo una vía de tren! Ah! Vías! La estación tiene que estar cerca. Recorro la zona con la precaución de no perder la calle por la que camino. Nada. Me compro una lata de coca-cola con letras chinas y sigo el camino del fracaso. No, hoy no voy a conocer la estación. Quizás mañana. Pero primero tengo que conseguir un mapa o crear uno a partir del que está colgado en la pared del hostal. Llego a casa. Esa misma noche conozco a Andrew (20) de Escocia. Me cuenta que él sí llegó a la estación, que está a media hora en bus, pero que nunca encontró las boleterías. Andrew quiere ir a Dali. Quedamos en encontrarnos la mañana siguiente para ver si juntos podemos encontrar la estación y la boletería...

Kunming, 6 de agosto de 2010.

Rumbo a Kunming - China en chino - Primera Parte

Salgo de Sapa, Viet Nam, a las 11.30 am del día en que vence mi visado. Tomo una minivan hasta Lao Cai para llegar a la frontera con China, unos 40 kms más al norte. Cuando bajo de la minivan le doy 40.000 dongs al chofer, no tenía cambio. El chofer me quiere cobrar 40.000 dongs, 10.000 más de lo que cuesta el viaje. Le digo que no, parecía hablar muy poco inglés. Me insiste, le insisto hasta que me da el vuelto. Miro a mi alrededor, no veo ninguna frontera. Nadie parecía hablar inglés. Un chino joven que habla algo de inglés se me acerca y me dice que la frontera está a tres kilómetros derecho... ¿Será verdad? Sigo pensando qué hacer hasta que no sé cómo ni porqué en el grupo de gente que venía conmigo identifico a un vietnamita que habla inglés, le pido que me haga de traductor, que le pregunte al chofer de la minivan donde está la frontera. Hablan en vietnamita un rato y me dice que antes de China tengo que terminar los trámites del lado vietnamita (chocolate por la noticia!) y que el chofer me lleva a la frontera por 10.000 dongs (los 10.000 que no quise regalarle!). Pienso que podría llegar caminando pero con la incertidumbre que tengo por delante considero que no es momento de desperdiciar energía. Termino aceptando. Antes de partir le pido al chino joven que habla algo de inglés que me escriba Kunming en chino en un papel, por las dudas. Kunming es mi próximo destino una vez que cruce la frontera. La minivan me lleva hasta la frontera. Hago los trámites del lado vietnamita mientras un vietnamita quiere que le cambie mis dongs por yuanes, dudo pero finalmente no acepto (aún los tengo conmigo, no es mucho, unos 3 USD). El trámite en Viet Nam es simple y breve. Luego de cruzar un puente que está bastante desierto llego a China. El chino que me recibe, que me da la bienvenida y que me pide que complete el formulario de ingreso es muy amable y habla muy bien inglés (qué bien!). Aprovecho para preguntarle dónde está la terminal de buses. No sabe. Me indica el camino hacia la mesa de migraciones donde me aguarda otro chino que también parece muy simpático. Para mi sorpresa, este señor que tenía que sellar mi pasaporte se dedica a mirarlo en detalle. TODO, pero TODO!!!, de atrás para adelante, de adelante para atrás, más de una vez, MUCHAS veces, CON LUPA!, prende una luz y coloca mi pasaporte debajo de ella!, llama a otro... Lo observa tanto que siento que mi pasaporte es falso, que mi VISA es falsa, no entiendo qué pasa pero por las dudas no pregunto nada! Mientras tanto el chino amable de la entrada le pregunta, en chino, dónde está la terminal de buses. Me da instrucciones para encontrarla, parece fácil. Cuando llegué a migraciones no había nadie, cuando el chino finalmente sella mi pasaporte hay unas 30 personas que esperan su turno. Salgo cargando mi mochila pesada, rodeada de letras chinas, en busca de la terminal de buses. Hace calor. Me ofrecen taxis o eso creo porque no les entiendo pero la terminal está cerca así que camino hasta encontrarla. Me acerco a la ventanilla y me encuentro con una señorita que habla suficiente inglés como para informarme que sólo hay buses nocturnos a Kunming, a las 20, 20.10, 20.20 hs. Todavía no son las 14 hs. El pasaje cuesta 143 yuanes. Pero aún no tengo ninguno conmigo. Salgo de la terminal. ¿Qué hago? Me dijeron que 1 euro son unos 9 yuanes. ¿Cambio dólares?, ¿20 USD para el pasaje y después veo? Empiezo a buscar algún banco, alguna casa de cambio, a preguntar, a mostrar el billete de 20 USD, "change, exchange". NO ME ENTIENDEN NADA, NADAAAAA!!! Vuelvo a la frontera, a migraciones, donde hablan inglés y me indican dónde está el Bank of China. Otra vez, con mi mochila pesada, rodeada de letras chinas, salgo en busca del banco. En el camino aparece un chino en moto que me quiere cambiar plata, 6 yuanes por cada dólar, habla inglés, claro. "El banco está cerrado". No acepto su cambio. Doy vuelta a la esquina y encuentro el banco que está ABIERTO! y tiene un ATM (cajero). Ok, saquemos plata... A ver, 1 euro son casi 10 yuanes, saco 200 euros, 2.000 yuanes. Meto la tarjeta en la ranura, entra lentamente, casi torpemente, en la pantalla llena de caracteres chinos lo único que distingo es un número de 5 cifras, algo así como 15559, y un CONTINUE en el ángulo inferior derecho... Debe haber un error, no entiendo nada, apreto CANCEL en el teclado... Nada, no puedo creer que ya me quedé sin tarjeta! Entro en pánico. Sigo apretando CANCEL hasta que decido apretar CONTINUE... English/Chinese, English (of course!) y sigo como de costumbre, termino con mis 20 billetes de 100 yuanes y mi tarjeta de débito en la mano. Uffff!!!!! Descanso un rato, fumo un cigarrillo (cuando se acabe este atado dejo otra vez, creo que ya es la cuarta vez en Asia!). Hace calor. Vuelvo a la terminal, compro mi ticket para Kunming y me siento a esperar. El bus sale a las 20 hs y aún no son las 15 hs. Mi dieta del día se basa en galletitas OREO y agua que traje de Viet Nam. No tengo paciencia (casi no dormí anoche) para buscar un restaurante que parezca decente y mucho menos para descifrar un menú en chino. Leo, pienso, escucho música, fumo, por momentos me quedo dormida, pienso, leo, fumo, escucho música, me quedo dormida... Alrededor de las 17 hs me levanto para sacar una foto y veo un reloj en la pared. Son las 18.10 hs. ¿Cómo?, ¿la hora es distinta? Nunca se me ocurrió preguntar. Había tres chicos en la terminal, los únicos turistas occidentales que ví en China hasta llegar al hostel en Kunming, les pregunto si la hora es correcta, creen que sí. Genial! Tengo que esperar una hora menos! Y menos mal que lo ví sino perdía el bus! Entendí que ellos venían a Kunming conmigo, lo que me dio cierta tranquilidad, pero no los ví nunca más. A las 19.45 hs me acerco a los buses y nadie habla inglés, NADIE, NADIE! Mostrando el ticket me señalan un bus. Ay, no! Otro sleeping bus como los de Viet Nam! Son camas tamaño persona asiática, cuchetas individuales arriba de un bus. Una señora que está en la puerta del bus, tiene una especie de lista en la mano y grita qué se yo qué... Quiero estar segura de que me subo al bus correcto para no terminar en cualquier lado así que me aseguro de mostrar mi ticket cada vez que encuentro una oportunidad. Una vez que identifico el bus con certeza voy a dejar mi mochila. Me dice, en chino, o le entiendo, que la ponga arriba, que sino se va a caer, ja! con lo que pesa no puedo moverla hacia arriba, "help!", no me entiende, finalmente me ayuda a subirla. Subo al bus, TODOS chinos, ni un turista, ni una palabra en inglés. No encuentro mi número, el 12, no encuentro ningún número (y eso que los números son iguales a los nuestros, aún no sé porqué, ellos tienen sus propios números chinos... Pero qué agradecida estoy!!!). Me quedo sentada en la primera cucheta hasta que unos hombres que están arriba del bus, que parecen policías, me indican dónde está la cama 12. No entro en los pasillos. Me subo a mi cama muerta de calor y cansancio, abro la ventana y me relajo. Es casi de noche. A las 20 hs en punto el bus sale y en el primer peaje se detiene por completo. Suben policías, uno de ellos me pide el pasaporte mostrándome una pantalla con imágenes de documentos de identidad. Lo saco, se lo doy y se va con mi pasaporte!!!!!! DESAPARECE CON MI PASAPORTE!!!!! La puta madre! Y si no vuelve!!!! Cómo carajo le explico al chofer que no habla una mierda de inglés que me espere que me falta el pasaporte!!! Y si vuelve, y me dice que lo acompañe!!!! Pánico otra vez! COMO SE VA A IR ASÍ CON MI PASAPORTE!!!! Trato de mantener la calma, no sé qué hacer, por suerte vuelve más o menos rápido y me devuelve el pasaporte sin decir una palabra. Salimos. A cada rato el bus para al costado de la ruta, en medio de la nada, no sé qué hacen, nunca me bajé de la cama. Los hombres fuman arriba del bus como si nada. Qué asco! Y hablan a los gritos! Me duermo abrazada a mi mochila de mano, no podía ser de otra manera, estaba muerta! Me despierto miles de veces y me vuelvo a dormir otras miles. La señorita de la terminal de buses me había dicho que el bus llegaba a las 6 am. Pero son las 7.30 am y sigo arriba del bus. Nunca pregunté si Kunming era la última parada... Me parece que me fui a la merde! Ok, vamos a preguntar. Al señor que grita atrás mío. "¿Kunming?" No me entiende nada! Me habla en chino, no le entiendo nada! Me pongo las zapatillas y bajo de la cama. Al chofer, "¿Kunming?" Nada. Ok, ya estoy acá, ¿qué voy a hacer? Mientras no sea un bus de 24 horas y termine en el Tibet no estará tan mal... Igual, me parece que la gente que estaba en el bus anoche es la misma que está ahora, no sé... Media hora más tarde veo un cartel en chino, debajo dice Kunming, genial!!! Me deja en la terminal de buses. Ni puta idea de dónde estoy ni adónde voy. Kunming parece mucho más grande de lo que imaginé. Mi idea era buscar hospedajes en Viet Nam pero no lo hice nunca. Fumo un cigarrillo sentada sobre mi mochila pesada. Luego, me cargo la mochila y empiezo a caminar en busca de información, TODOS chinos, ni una palabra en inglés. Saco mi credencial de Hostelling International para que vean que quiero ir a un hostel. Una señora me quiere llevar a no sé adónde porque apenas habla inglés por 40 yuanes. Finalmente, me tomo una moto con un chino que habla algo de inglés. No está muy convencido pero me lleva por 20 yuanes, arrancó en 100! Anduvimos por autopistas, dio vueltas, en algún momento me asusté un poco, ¿adónde me lleva este? Anduvimos contramano, claro, ¿para qué dar la vuelta y tomar por el carril correcto? Finalmente, me deja en un hotel enorme para que pregunte. Acá deben hablar inglés, genial! Recepción, una señorita, "I need your help, do you speak English?", un "POQUITO de inglés" (¿un poquito?, es un hotel!), le muestro la credencial, "hostel". Llama por teléfono, me pasa con alguien que habla inglés, me dice que ahora viene, nunca la conocí. "Do you have wi-fi?... wi-fi?... internet?" No me entiende. Llegan turistas chinos jovenes, "Do you speak english?", "English?", "Un poquito". La chica de la recepción me pasa el teléfono otra vez, "yes, youth hostel"... "address, please", no tengo nada para anotar... "Please, wait", ¿dónde está mi cartuchera? Algo así como 96 thompson ton lu street, lo anoto como suena. "Thank You!" Le pregunto a la chica de la recepción, me señala por ahí, "do you have a map?... Map?" No me entiende. Llama otra vez por teléfono y me pasa con un señor que habla inglés, le pregunto por la dirección y me dice que la calle del hotel en el que estoy es thompson ton lu, ah!, ok!, corto, le pregunto a la chica si es la misma cuadra que busco. Sí. Estoy en el 166. Salgo en busca del 96 después de un "Thank you VERY, VERY, VERY, VERY MUCH!!!!!!". Mmm, el nombre de la calle no parece ser thompson ton lu... De repente pasa del 122 al 18, wow! ¿Y el 96?? Pregunto otra vez, el chico no me entiende nada, sale una mujer y me dice que voy bien. Sigo caminando, no parece haber ningún hostel, es una avenida llena de edificios inmensos. Finalmente, llego al 96. Hostelling International. Casi me pongo a llorar de la alegría! En el hostel todos hablan inglés. TREMENDO TRABAJO pero LO LOGRÉ! Ya tengo cama para esta noche. Ahora hay que ver qué hago luego, tren a Guangzhou? Tren a algún otro lado primero? No lo sé aún... Pero llegué y me gusta mucho haberlo logrado! :)


Kunming, 6 de agosto de 2010.