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3 sept 2010

Rumbo a Shanghai - China en chino - Parte XIII (BIEN largo para CUC)

 
Hoy dejo de fumar. Hoy dejo Hong Kong. Hoy me toca la primera parte de un tren de 19 horas. A non-stop train to Shanghai. Un non-stop train que se detiene. Sí, para. Y más de una vez...

El primer día que paso en Hong Kong pregunto en el hostal y me mandan a Hung Hom Station a sacar mi ticket para Shanghai. Camino hasta allá. Cuando llego al túnel del metro encuentro carteles que dicen Intercity Departures. Será eso. Los sigo. Y termino en una especie de terminal de trenes muy lujosa y moderna donde no veo ningún andén. Puro Mc Donald´s, KFC, 7 ELEVEN. Pregunto en Información Turística y entiendo que me manda al 7 ELEVEN a comprar el ticket. ¿El supermerado vende tickets de tren de larga distancia? Qué raros que son estos chinos por favor! Cuando camino hacia allá veo un cartel arriba de una china que vende tickets. Ningún 7 ELEVEN. Le digo - en inglés, estoy en Hong Kong - que quiero un pasaje a Shanghai para el 20 de agosto. Me dice que no hay pasajes desde Kowloon, donde estoy, que tengo que ir a Shenzhen, el lugar donde me tomé el metro de 45 minutos con el chino que me acompañó hasta la Chungking Mansion. Qué fiaca volver hasta allá!!! "¿A partir de qué fecha hay pasajes desde Kowloon?" Se levanta, busca en la computadora. "Ah, para mañana hay". Mañana es 18. Si no le hubiera preguntado mi viaje a Shanghai hubiera durado 45 minutos más...

La noche previa al tren duermo mal, muy mal. Por alguna razón estoy inquieta. Me despierto durante la noche preguntándome si mi tren es por la mañana. No, no, sale a las 15 y algo. Me despierto a las 5.30 cuando llega el marroquí que vive en Australia que duerme abajo mío. Y después, me despierto miles de veces porque el marroquí que vive en Australia que duerme abajo mío, ronca. Pienso en sacudir la cucheta más de una vez...

Me levanto a las 9 am. Me pongo mi traje de tren chino. Viajo vestida igual en todos los trenes. El mismo pantalón, la misma musculosa, la misma remera manga larga. Cuando llegue a Beijing lavo todo. Bueno, todo no, a la remera blanca manga larga que traigo de Dublin pienso descartarla. Es blanca. Tiene una colección de manchas con las que no pienso pelearme.

Voy a desayunar a Mc Donald´s, como siempre. Pero esta vez me sobran Hong Kong Dollars así que elijo Mc Café. Un latte ENORME, un muffin de chocolate y una masita de coco. Me siento a escribir en mi cuaderno mientras desayuno. Tomo la pastilla para la malaria y decido que en cuando pise la primera playa griega la suspendo. La doxiciclina está contraindicada para el sol. No voy a cumplir con las cuatro semanas fuera de la zona de riesgo pero me cuidé mucho de los mosquitos. Las últimas picaduras son de Halong Bay, Viet Nam, a fines del mes pasado.

Fumo el último cigarrillo y vuelvo a la deprimente ChungKing Mansion. Tercer piso. Habitación 11. Termino de armar la mochila. Descarto los restos de repelentes. Se acabaron los mosquitos asesinos. Mientras tanto las cucarachitas van y vienen por las paredes. Chequeo mails. Y me encuentro con Ben. Me cuenta que quiere comprar un Hard Drive. Y yo necesito otro pendrive de 16 GB. El tercero. Sí, volveré con más de 32 GB de fotos. Como para que alguien quiera venir a ver las fotos del viaje mientras tomamos un té. Se va a tener que instalar una semana entera!

Camino con Ben por Nathan Road hasta que encontramos el Mon Kok Computer Center. Una especie de galería, en medio del Ladies Market, llena de "casas" de computación. Encuentro un pendrive. Pero si esta mañana me sobraban HKD, ahora me hacen falta. Y si las casas de cambio están por todos lados en HK, ahora no hay ni una! Después de recorrer la zona contrarreloj en busca de una casa de cambio, Ben compra un Hard Drive de 320 GB por 400 HKD y yo un pendrive de 16 GB por 220. Sí, ya sé. Pero el Hard Drive no entra en mi portavalores. Volvemos en metro porque pierdo el tren. Almuerzo en Mc Donald´s.

Entro por última vez (POR FIN!!!) a la ChungFUCKing Mansion. Me cargo la mochila, me cercioro de que Hong Kong y yo hablamos el mismo horario y salgo en busca del metro. East Tsim Sha Tsui. Hung Hom. Gasto mis últimos 20 HKD en golosinas. Intercity Through Train (Departure). Sigo la flecha. No parece haber ninguna estación de trenes por ahí. No me digas que tengo que tomar algo para llegar a la estación y nadie me dijo nada! No, no. La estación está abajo. Como siempre, scanner. Si supieran lo que le duele a mi espalda este PUTO scanner que no sirve para nada! Migraciones de Hong Kong. Supongo que salir será más fácil que entrar. No creo que les importe mi sello cruzado esta vez. Y afortunadamente, es así. ¿Y cuándo entro a China?, ¿quién me sella la entrada a China?... Quién sabe... ¿Mi viaje por China va a ser TODO así?

Encuentro una sala de espera que dice T100. Ese es mi tren. Cuando me saco la mochila, se descose una de las tiras. Hacía mucho tiempo que esperaba este momento. Mi mochila tiene 14 años. Es mucho para una mochila que viaja cada vez que puedo. Pero no podía dejarla. Mucho menos reemplazarla. Teníamos que hacer este viaje, EL VIAJE, juntas. Pero está viejita y cada tanto se descose alguna costura. Como ahora. Así que tendré que jugar a la costurerita una vez más. En mi mochila de mano tengo hilo resistente, aguja y encendedor para sellar los nudos del hilo resistente (la ventaja de ser reciente ex-fumadora!, pensé en descartarlo con el último atado pero por suerte no lo hice...). Preparo el hilo y la aguja. Me arrodillo y coso la tira a la mochila. Antes de que termine la gente empieza a moverse.

Engancho la aguja a la mochila y me la pongo. Hay dos escaleras, una para coches menores a 006, otra para los mayores. Mi ticket dice 007. Llego al 007 y me dice que no, "2nd class" y me señala hacia los coches menores. Empiezo a caminar en ese sentido y la verdad es que no veo un tren tan largo como para que esté en el coche 007 de la segunda clase. Pregunto antes de seguir castigando a mi espalda. Me señalan el coche 002. No era 2nd class, era coche 002. Ok. Entonces, mi ticket tiene un 002, un 007 y un 013. Si el coche es el 002 y mi cama es la 013, sí, sí, es otra vez la cama NO apta para claustrofóbicos, qué carajo es el 007? Nunca lo sabré. Pero hoy me doy por vencida. Ganaron los chinos! Sí, sí, sí. GANARON! GANARON! Estoy exhausta! ES-TOY-A-GO-TA-DA!!!!!!!!!!! Quiero irme a Grecia! Quiero ir a la playa! Quiero mi casa! Quiero mi mamá!

El tren es parecido al último pero mejorcito. Menos sucio. Baños más amplios. Se desliza más veloz y dulcemente. Y tiene algunos turistas occidentales. Poquitos. Pero hay. No tiene estantes para el equipaje! ¿Qué carajo hago con mi mochila ahora? Ni sueñen que la suba a mi cama porque dejo mi columna vertebral en el intento. Me siento en uno de los asientos potenciales. Más bien, me ATORNILLO a uno de los asientos potenciales. Y mientras termino de coser la tira de la mochila, escucho que la pareja que está con un nene dentro de mi compartimiento habla español. ESPAÑOL! ESPAÑOOOOOOOOL!!!! ¿De dónde serán? Qué bueno porque necesito poner mi mochila grande debajo de su cama. Y va a ser MUCHO más fácil pedirlo en español que en inglés, que en chino. Una para mí! Siiiiiiiiii! GRACIAS!!!!!! GRACIAS!!!!! La pareja es de Bolivia. Y Seba es argentino.

Cuando viene una señorita con traje de tren para cambiarnos el ticket por una especie de tarjeta magnética (nunca jamás entenderé para qué! Sí, sí, otra vez ganaron los chinos!), veo que la señora que está con la pareja boliviana, que parece hablar chino, tiene un pasaporte ARGENTINO. Qué lindo ver un pasaporte igual al mío!!!! Más tarde me entero que esta señora no habla una sóla palabra de español. Sí. Ganaron. Nunca sabré porqué carajo tiene un pasaporte argentino.

No tengo ganas de sacar fotos. El paisaje no vale nada. No se parece en nada a los paisajes de la provincia de Yunnán. Sigo con el libro que me prestaron, ya me queda poco. Y mi música. M&M, Snicker y Mentos. El viaje se hace relativamente corto. Empezó a las 15.30 y a las 20.00 ya estoy subiendo a la cucha. Como todos. Este tren no tiene escaleras, apenas dos pedales, uno en cada cama, para impulsarse hacia arriba. Esta vez no ato mi mochila con ningún candado. La dejo suelta abajo de la cama. El aire acondicionado me está matando. Espero que no me resfríen otra vez.

Me abrazo a mi mochila de mano pero me cuesta dormirme. Es muy temprano. Y mientras contemplo el techo que me asfixia, pienso que la cagué. Que acá en China la cagué. No tendría que haber ido a Hong Kong, no tendría que estar yendo a Shanghai. ¿A qué voy a Shangahi? Ni siquiera me interesa la Expo. Tendría que haberme quedado en el oeste; Dali, Lijiang, Chengdú, Xian, Beijing. Lo único que me consuela es que voy a ver la Gran Muralla China. El resto no me interesa. Pienso que tengo que encontrar un hostal lindo en Beijing, un hostal cómodo. En algún momento me quedo dormida...

Me despierto escuchando a Seba. A las 10.00 estamos entrando en Shanghai y confirmo que no debería estar acá. Veo un conjunto de casas que bien podría estar en cualquier parte de Europa. Sí, Europa! Ya está. Pero me da bronca, mucha bronca. Ahora no sólo quiero volver a Laos sino al oeste chino. ¿Por qué no?

A las 10.30 bajamos del tren. Me despido de bolivianos, argentinos y portadores de pasaporte argentino. Bajo con mi pasaporte en la mano para no olvidarme de que alguien tiene que sellarme el ingreso a China. Llegamos a migraciones. No entiendo. ¿En China hay migraciones en todas las estaciones de trenes a las que llega un tren de Hong Kong?

En la cola de migraciones veo a un chico con una mochila de mano y un pasaporte francés. Este chico vive acá. Este chico me va a ayudar a encontrar mi hostal. Me pongo en la cola detrás de él y le pregunto - en inglés - de dónde sacó el formulario de migraciones. Lo trajo de Hong Kong. Le pregunto si vive en Shanghai. Efectivamente. Le muestro la dirección del hostal. Me dice que está lejos, que está lejos de todo, que ahí puedo tomar la línea 1 del metro, como él, y me deja su teléfono por cualquier cosa. Pasa migraciones. Paso migraciones. Le cuento que en Hong Kong estuve demorada. "Where are you from?", "Argentina", "That´s why... Sorry". Qué tipo pelotudo! Al final resulta que la línea 4 que me lleva al hostal también pasa por la estación de trenes y que mi hostal está a tres estaciones nada más. Por suerte, la línea 1 se lleva al francés! Es un metro, es fácil.

Salgo del metro. Llueve. Le muestro el nombre de la calle a la que quiero ir a dos chinos que están cerca. No, no hablan inglés y no parecen conocerla. ¿Será la de la esquina? Cuando para de llover camino hasta la esquina y no es mi calle. Pero por la que camino sí. O sea, que esos dos chinos que no conocían la calle estaban parados en ESA CALLE. Muy bueno! Entonces no es verdad que en Shanghai hablan inglés! Seguro que me va a costar menos encontrar a alguno pero todavía me quiero ir a Grecia!

Camino hacia el hostal. Cruzo unos edificios que me recuerdan a los conventillos de La Boca. Más grandes. Menos vistosos. Tengo pensado no hacer NADA hoy. Con un hostal con wi-fi libre y un restaurante estoy hecha.

El hostal no está mal, el wi-fi funciona bien pero me falta el restaurante. Hay varios en la esquina pero tienen menú en CHINO. En uno de ellos consigo que me muestren un menú en inglés. Entre otras cosas lista "pork´s intestine", "duck´s intestine", "blood"... BLOOD??!!, ¿de quién?!? Gracias, mejor tomo un heladito y después veo QUÉ CARAJO HAGO EN ESTE SUBURBIO DE MIERDA de Shanghai!!!!!!!!!!!

Cuando vuelvo al hostal decido entretenerme viendo qué hay en Shanghai. Así que leo una Lonely Planet. En italiano. Bueno, leo... Intento comprender la Lonely Planet italiana. Es lo único que hay. Pido un mapa de la ciudad en la recepción. No tienen más. ¿Cuándo tendrán? El lunes. Hoy es sábado. Mañana no salgo sin mapa. No lo hago más. Sin mapa no voy ni a la esquina. Pero cuando regreso a la sala común encuentro un mapa que tiene pinta de haber sido descartado. Y está bueno. Muy bueno. Genial! Tema resuelto. Ya tengo mapa de Shanghai.

Más tarde uno de los chinos del hostal me dice que esta noche hay comida china gratis. Qué suerte! No necesito restaurante hasta mañana. Me anoto. El cartel dice 19 a 22 hs. A las 19 hs llamo a mamá porque es su cumpleaños. No la encuentro. Hablo con papá hasta casi las 20 hs. "Bueno, te dejo, me voy a cenar antes de que no quede nada". Voy a la recepción y le pregunto si puedo sumarme a la comida china y me dice que no hay más. ¿Qué???!! 19 a 22!!! Son las 20.00!!! No me pueden hacer esto. Me muero de hambre! Los odio! Me dice que puedo ir a cenar a la calle, a los puestos de la calle. Ni en pedo! "Yes, but I don´t want". Quiero llorar! Los quiero matar! ¿Para qué carajo me dice que hay comida china libre y me anota si después no hay nada para mí? Salgo del hostal indignada. Voy al supermercado que crucé esta tarde. Compro un yogurt, maníes, almendras y mezclo todo en la habitación del hostal. Después me voy a dormir. Pasé más de 24 horas sin una comida. Qué odio que tengo!

Sí, Sí. Ganaron los chinos! Hoy definitivamente ME QUIERO IR A GRECIA...

Shanghai, 21 de agosto de 2010.

1 comentario:

  1. Largo.... pero divertido!!!
    Quiero leer el de la expo de Shanghai y ver fotos!!!

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